La Unión Europea trabajará por la integración de la población gitana facilitando su acceso a los instrumentos financieros del bloque, con la vista puesta especialmente en los Fondos Estructurales. A ello se comprometieron ayer en Córdoba, al cierre de la II Cumbre Europea sobre la Población Gitana, los tres países que hasta el 2011 pasarán por la presidencia rotatoria de la UE: España, Bélgica y Hungría.

Se trata, según sostiene la declaración final del encuentro, de conseguir un «impacto efectivo» en la mejora de las condiciones de vida de los gitanos, cuyo número en Europa asciende a entre 10 y 12 millones. Un número significativo de ellos se encuentran excluidos socialmente de áreas como la educación, el trabajo, la sanidad y la vivienda y sufren «discriminación» y «rechazo social», recuerda el documento.

«Es el momento de dar un empuje a estas cuestiones para alcanzar mejoras sustanciales en la integración social y económica de la población romaní en Europa», indicó la troika presidencial de la UE.

Según un informe de la Asamblea del Consejo de Europa, los gitanos se han convertido en «chivo expiatorio» de la crisis económica.