La polémica desatada hace unos meses por el anuncio del Ayuntamiento de Vic de negarse a empadronar a los inmigrantes sin papeles – un derecho que tienen los extranjeros por ley – resucitó ayer, esta vez en Bruselas. La comisaria Europea de Interior, Cecilia Malmström, advirtió a España de que no debe tolerar el empadronamiento de los sin papeles, pero luego la propia Comisión Europea tuvo que matizar esta afirmación en un comunicado. Malmström se refería a que, cuando se tiene conocimiento de una situación irregular, es obligatorio iniciar los procedimientos bien para retornar al inmigrante a su país o para regular su situación.

La polémica surgió a raíz de una pregunta del eurodiputado de CiU Ramon Tremosa sobre la decisión del Ayuntamiento catalán de no empadronar a los inmigrantes sin papeles. El registro de los habitantes no es competencia de Bruselas, y la confusión se produjo porque en muchos países europeos no existe un padrón como el que hay en España.