La UE sienta a los gitanos a su mesa

La II Cumbre Europea sobre la Población Gitana analiza hoy y mañana en Córdoba los problemas de integración de esta minoría

ABC, RAMIRO VILLAPADIERNA I BERLIN, 08-04-2010

El pueblo gitano constituye una de las naciones medias –unos 12 millones de personas- de la UE, pero de la que música aparte apenas nadie ha oído más. Ni quiere saber, según se desprende de varios informes de distintas ONG e instituciones que analizarán la situación de esta minoría, hoy y mañana, en la II Cumbre Europea sobre la Población Gitana en Córdoba, coincidiendo con “Bahtalo!”, o Día Internacional Romaní. Según fuentes consultadas por ABC, la anunciada presencia de varios ministros del Gobierno español quedará limitada a la participación de Trinidad Jiménez, responsable de Sanidad y Asuntos Sociales. El filántropo de origen húngaro George Soros, muy comprometido con la situación de las minorías roma en Europa, será la estrella invitada de la cumbre.
“Gitanos e integración ¿una misión imposible?”, se pregunta Hermina Emiryan, una de las voces más autorizadas en este tema y que ha preparado para la fundación Bertelsmann un revelador trabajo sobre las sombras, más que luces, del programa que abrió la década de inclusión romaní. Un informe difundido ayer por la Comisión Europea urge a sus miembros a utilizar fondos de la UE para la integración social y económica de los gitanos. “Asegurar el acceso de estos al trabajo y a la educación no segregada, a la vivienda y a los servicios sanitarios” sería vital para “su inclusión social”.
“Abordar sus problemas es beneficioso para nuestras sociedades y nuestras economías”, ha dicho Viviane Reding, vicepresidenta y Comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía: “Sólo a través de la acción permanente y coordinada podemos marcar realmente la diferencia para los gitanos europeos”.
Pero el pasado fin de semana, dos cócteles incendiarios eran lanzados contra una vivienda con familias gitanas en Opava, República Checa; a mediados de marzo era incendiada otra vivienda en Ostrava. El especialista de origen indio, Kumar Vishwanathan, llama a que “ningún crimen quede sin denunciar e investigar” y espera que los jueces den “una clara señala en el juicio” que abre en mayo por otro ataque en Vítkov. Otra señal puede ser que el propio primer ministro checo, Jan Fischer, se haya hecho cargo del ministerio para minorías.
Pero en el continente que se tiene por más maduro y democrático, el racismo y la xenofobia están más extendidos de lo que pensaban los expertos. Un sondeo del pasado año sobre la UE arroja inquietantes datos sobre la discriminación y “adónde llega la cifra oculta de los delitos de motivación racista”, según el director de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA): “sólo 1 de cada 10 delitos se denuncian”.
Italia y Grecia aparecen como los más discriminantes, y la peor exclusión la sufre la etnia romaní. Pero entre los gitanos de los nuevos miembros centroeuropeos de la UE, uno de cada dos sufría discriminación el pasado año; el especialista kosovar Durmish Aslano, por su parte, recuerda que mientras el gobierno eslovaco ha sido reprendido internacionalmente, en Hungría crecen las milicias antigitanas. Amnistía Internacional ha denunciado la continua repatriación forzada de gitanos desplazados de las guerras de los Balcanes y condenados de nuevo a la persecución o a campos de refugiados en Kosovo, Serbia o Macedonia, como denuncia la escritora romaní Hedina Tahirović Sijerčić. Y el gobierno alemán alberga planes para deportar próximamente a 10.000 gitanos del sureste europeo, como advierte a este diario el albanés Rromani Baxt.
Sólo en diciembre de 2004 los romaníes han sido reconocidos oficialmente como entidad por la UE y, sólo hace un año, España, uno de los países con más gitanos de Europa (en torno al medio millón), ha firmado la declaración sobre el “Decenio para la integración de los romaníes”.
Por primera vez, en la UE se han producido enfrentamientos entre miembros por causa de la población romaní. En ese contexto, en 2008 tuvo lugar la primera Cumbre Gitana organizada por la Comisión Europea y la Fundación Soros y la primera llamada a un compromiso conjunto para desarrollar una estrategia de inclusión. Italia ha visto condenadas sus iniciativas de presión, control y expulsión de gitanos, pero los expertos no tardan en extender la crítica a los discontinuos esfuerzos de los gobiernos y la Comisión para abordar la problemática gitana de hoy.
La fundación romaní PAKIV insiste en que el desempleo es el primer problema y mecanismo de exclusión: entre la población romaní va de un mínimo de un 44% en Rumanía a un máximo de un 71% en Macedonia. La CE señala que las comunidades a menudo sufren la discriminación económica, social y política, de modo que “la riqueza que éstas podrían aportar a la sociedad europea a menudo se omite y se ve afectada por estereotipos y prejuicios”. 30.000 gitanos búlgaros educados supondrían un beneficio presupuestario de 2.463 millones según un Institute for Market Economics, explica Hermina Emiryan, que ha trabajado en Sofia en la Fundación para una Sociedad Cívica en Europa Central y del Este
La importancia de la formación para la identidad la subraya la coleccionista de arte gitana Timea Junghaus, afincada en Alemania y reciente ganadora del Premio cultural Cairo, de la fundación Alfred Töpfer. “Somos un pueblo sin museos. No tenemos formación ni infraestructuras. Tenemos mucho por hacer”, dice Junghaus, que busca un museo para su obra “sobre la expresión cultural y artística de los gitanos en Europa”.
Ante la gran desidia europea hacia los gitanos, en los últimos días algunos representantes están urgiendo a la actriz Angelina Jolie a tomar la bandera de la causa gitana en el mundo, después de que ésta y su marido visitasen comunidades romaníes en Rumanía. Rajan Zed, que preside la Universal Society of Hinduism, pidió a los actores un compromiso como el adquirido en los años 80 contra el apartheid surafricano.

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