El Ararteko reprocha que no se haya insertado a un menor en el programa foral de acogida

El Correo, DAVID S. OLABARRI d.s.olabarri@diario-elcorreo.com, 08-04-2010

El Ararteko, Íñigo Lamarca, ha reclamado a la Diputación que formalice la inserción de un menor extranjero en el programa foral de acogimiento familiar, después de las peticiones realizadas por una familia que ha venido haciéndose cargo de la tutela del niño, que sufre una importante minusvalía. Las solicitudes han sido desestimadas por la Administración territorial esgrimiendo, entre otros argumentos, que el menor no se encuentra en una situación de desamparo.

El origen del conflicto se remonta a 2002. Fue aquel año cuando el chico, de origen saharaui, empezó a acudir a Vizcaya a pasar las vacaciones procedente de los campamentos de Tinduf, a través del programa de estancias cortas que se desarrolla con el apoyo de los ayuntamientos. El menor sufría una deformidad, originada por una tuberculosis que padeció durante su infancia. En septiembre de 2006, durante uno de los acogimientos temporales con esta familia – también pasó periodos vacacionales en otro hogar – , fue sometido en España a una operación quirúrgica. La intervención, sin embargo, no tuvo los «resultados esperados» y el menor sufre en la actualidad un grado de minusvalía «por paraplejia de un 76%».

Debido a la gravedad de las lesiones y a las «condiciones de vida» de los campamentos de Tinduf, el chico se quedó en Vizcaya con esta familia. Para regularizar su situación, los allegados solicitaron una autorización de residencia a la subdelegación del Gobierno, que le fue concedida por circunstancias «excepcionales», y comunicaron su situación a la Diputación. El servicio de Infancia foral rechazó la intervención porque se trataba de un menor que «no está privado de la necesaria asistencia moral y material» y en el que ambas familias «han gestionado adecuadamente la guarda autorizada por los padres» biológicos.

Indicio de desprotección

La familia se dirigió a la oficina del Ararteko después de que el Gobierno foral rechazase en «numerosas ocasiones» actuar en la situación administrativa del menor. Una vez estudiado el caso, Lamarca entiende que la Diputación no ha valorado «suficientemente» la paraplejia originada por la intervención quirúrgica. El Ararteko considera que las «circunstancias» del chico y la propia solicitud de la familia son «elementos suficientes» para que se produzca una intervención de la institución, ya que la situación del niño «podía suponer un indicio de desprotección».

Por todo ello, Lamarca subraya que la Diputación «debe instar» la formalización del acogimiento familiar del pequeño.

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