«No podemos dejar que la prostitución campe por la calle de mala manera»

El Correo, JON MAYORA, 08-04-2010

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, afirmó ayer que «no debemos dejar que la prostitución campe en la calle de mala manera». Era la respuesta del regidor a Emakunde, que, a través de una nota previa, expresó su oposición a las ordenanzas municipales que prohiben su práctica en vías públicas. El Ayuntamiento bilbaíno aprobó el pasado día 30 la normativa de Espacio Público. En ningún momento aparece en sus apartados una prohibición expresa de la prostitución callejera, pero sí las condiciones en las que el Consistorio sancionará las conductas «incívicas» – intercambios sexuales y la negociación de los servicios en la vía pública – con multas que pueden llegar a los 3.000 euros.

Emakunde defiende como «prioritario» el establecimiento de medidas que mejoren la calidad de las mujeres «en lugar del multarlas» y asegura que considerar la prostitución únicamente como un problema de seguridad «impide entrar en consideraciones fundamentales», como la defensa de los derechos de las mujeres que la ejercen. «Es un fenómeno social complejo que necesita también de respuestas complejas», añadió. La agrupación Askabide, que trabaja con mujeres que ofrecen servicios sexuales, se manifestó en términos similares después de que el Consistorio aprobara en pleno la normativa, al igual que SOS Racismo. «Hay que sancionar las conductas y no a los colectivos», defendieron.

«Difícil de erradicar»

Azkuna aseguró coincidir con el departamento que dirige María Silvestre en que a la prostitución hay que ayudarla socialmente. «En Bilbao ya lo hacemos – añadió – , y espero que Emakunde también lo haga». Según indicó, su práctica es difícil de erradicar y su prohibición «correspondería, en todo caso, a las Cortes Generales, que hace bien poco rehuyeron el asunto, se lavaron las manos como Pilato y nos dejaron a todos los alcaldes con el tinglado encima de nuestras mesas». El regidor añadió, en este sentido, que las ordenanzas se basan en leyes, «y nosotros lo único que podemos hacer es regular lo que pasa en la calle, competencia del Ayuntamiento, y no dejar que la prostitución campe de mala manera».

El alcalde realizó una radiografía de la situación, centrando el colectivo – «mujeres que las mafias nos mandan de fuera cada tres o cuatro meses, ilegales y sin ningún tipo de regulación sanitaria» – en Bilbao La Vieja y Miribilla. «Es un desastre, no sólo porque molestan a los vecinos, incluso desde el punto de vista sanitario», incidió. Aseguró que la ordenanza es «suave» pero «efectiva», porque «la Policía Municipal va a contar con una herramienta en que basarse a la hora de tomar medidas». Azkuna insistió en que a las prostitutas se les tiene que dar «todo el apoyo social», y en que la calle «debe estar regulada aquí como lo está para otras cosas». Recordó que el plazo de alegaciones a la ordenanza está abierto «para todos».

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