Sudáfrica revive sus fantasmas con el asesinato del líder racista

El Gobierno Zuma logra mantener la calma con apoyo de las fuerzas vivas

La Vanguardia, XAVIER ALDEKOA - Johannesburgo. Corresponsal , 06-04-2010

Sudáfrica vive en la inquietud por 30 euros. La madre de uno de los dos detenidos por el asesinato de Eugene TerreBlanche, histórico líder racista sudafricano, dijo ayer que su hijo, de quince años, había matado a machetazos al político en su granja de Ventersdorp porque no cobraba desde diciembre. La deuda era de 300 rands, unos 30 euros.

El asesinato del fundador del Movimiento de Resistencia Afrikáner (MRA) ha envuelto al país en un halo de intranquilidad ante el riesgo de que estalle la tensión racial y esta desemboque en violencia. Aunque no se han registrado incidentes dos días después de los hechos, el país se resiste a respirar aliviado.

En el Gobierno nadie quiere bajar la guardia. Durante el día de hoy, los dos detenidos pasarán a disposición judicial custodiados por un notable dispositivo policial, que seguirá en la ciudad hasta el viernes, cuando finalice el funeral. El perfil violento y neonazi de varios seguidores del MRA no invita a relajarse. De hecho, ayer los seguidores más radicales, que calificaban de “político” el asesinato de TerreBlanche, expandieron el rumor de que intentarían matar a los acusados.

La preocupación latente del país se veía en los detalles. Ayer, el presidente Jacob Zuma ordenó al ministro de Policía y su subalterno, máximas autoridades en seguridad, que se encargaran de la investigación.

Incluso políticos como Mosiuoa Lekota, líder del tercer partido sudafricano, Congreso del Pueblo, se acercaron a la zona para dar el pésame a la familia y pedir calma. Aparentemente, el potencial inflamable de la muerte de TerreBlanche se rebajó a media tarde de ayer cuando el MRA se retractó de sus amenazas de venganza del domingo. Tras el asesinato, el partido calificó los hechos de “declaración de guerra de los negros a los blancos” y anunció una represalia organizada para el primer día de mayo. Ayer, un portavoz del partido dijo que esas declaraciones habían sido fruto de un momento de “fuertes emociones” y exhortó a los miembros de su partido a no responder con violencia.

También hubo palabras para Julius Malema, presidente de las Juventudes del Congreso Nacional Africano (CNA), a quien el MRA responsabiliza de la muerte de su líder por cantar en sus mítines la canción Mata al bóer.En Sudáfrica, bóer es sinónimo de granjero y blanco. El joven líder del CNA no quiso ejercer de apagafuegos. Desde Zimbabue (regresó ayer) alabó la política de expropiación de granjas y minas de Robert Mugabe – que dijo querer imitar-,negó responsabilidades en el caso TerreBlanche y aseguró que no obedecería al tribunal de Pretoria que la semana pasada prohibió cantar Mata al bóer en público. “No vamos a parar de cantarla, estoy preparado para ir a prisión”, desafió Malema.

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