Dos notarios de Guayaquil y el subsecretario de Relaciones Exteriores, hermano de la ex ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga, fueron detenidos por otorgar la ciudadanía ecuatoriana a más de un centenar de ciudadanos cubanos con declaraciones juramentadas sin verificar. La Justicia tendrá que pronunciarse al respecto sin interferencias de nadie.

Cabe un llamado, en todo caso, para que este acontecimiento no aliente actitudes xenófobas. Recordemos, cuando estemos tentados a caer en ese error, a nuestros compatriotas ilegales en otros países.

Hay que recordar, también, que esta clase de delitos se vienen extendiendo. Antes ocurrió con ciudadanos chinos, y años atrás con coreanos. En todos los casos hubo participación de altos funcionarios del régimen de turno. ¿No es hora entonces de investigar no solo a los implicados sino los procedimientos también que se emplean para conferir la ciudadanía ecuatoriana?