Elvira Croitoru llegó a Málaga hace nueve años. Después de trabajar durante treinta años en una empresa de transporte en Rumanía, le jubilaron con sólo 50 años. Con la escasa pensión que le otorgaron decidió emigrar al sur de España, llamada por las buenas noticias que le llegaban de algunas compatriotas. Aunque siente que ahora éste es su hogar, aún se emociona al hablar de su tierra. Ahora, preside la Asociación de Rumanos de Málaga.

- ¿Cuánto tiempo lleva trabajando la asociación?

- La creamos en agosto de 2008, pero más activamente, desde noviembre del pasado año.

- ¿Cuántos rumanos viven actualmente en la provincia?

- Es difícil saberlo, porque desde 2009 los rumanos tienen derecho a transitar libremente por España como ciudadanos europeos de pleno derecho y eso ha hecho que muchos no se empadronen. Según los registros, en la capital hay cerca de 3.000, aunque podrían ser casi 5.000.

- ¿Qué funciones realizan?

- Ahora mismo estamos realizando un trabajo social muy importante, porque muchos compatriotas están sufriendo las consecuencias del paro. Llegaron para trabajar en la construcción y ahora se han quedado sin empleo y tampoco tienen buenas perspectivas en Rumanía. Gracias a la colaboración del banco de alimentos Bancosol, repartimos semanalmente 60 bolsas de alimento para las familias que lo están pasando peor.

- El pasado día 8 de marzo también realizaron un acto para celebrar el Día de la Mujer. ¿Hay más mujeres que hombres en la asociación?

- Hay por igual, pero ellas suelen ser más activas. Además, ahora se ha frenado la llegada de hombres para trabajar en la obra, pero las mujeres rumanas siguen viniendo porque los sectores en los que se emplean, como interinas en casas para cuidar ancianos o niños, o en las tareas de limpieza en el hogar, siguen necesitando mano de obra.

- Entonces, la crisis en España y un mayor desarrollo en Rumanía, ¿no han provocado el regreso a casa de sus compatriotas?

- Más bien se ha frenado la llegada de nuevos rumanos que vienen a probar suerte aquí.

- ¿Cómo han acogido los malagueños a los rumanos?

- Muy bien, el sur de España es una tierra llena de gente buena. Los rumanos y los españoles nos parecemos mucho. Nosotros también somos latinos y nos encanta este clima y el sol, aunque este invierno haya sido más nublado.

- Sabe que para muchas personas rumano es sinónimo de delincuencia.

- No se puede juzgar a todo un pueblo por unos pocos. Hay unos pocos rumanos en situación marginal que vienen a pedir o que no son honrados. Pero la mayoría somos trabajadores y con espíritu empresarial.

- ¿Dónde se reúnen?

- Ahora mismo no tenemos sede. Queremos solicitar una para poder hacer más actividades. Mientras, nos ceden espacio en la iglesia de Cristo Rey, en Ciudad Jardín. Allí estamos preparando un taller de huevos de pascua para esta Semana Santa, porque la asociación también desarrolla una parte cultural.