El Jueves Santo fue una jornada muy especial para la Cofradía de Nuestro Padre Jesús cautivo de Medinaceli y María Santísima del Rocío porque estrenó enseres, porque completó un recorrido diferente al habitual y porque, como cada año, liberó a un preso. Como confirmó días antes en Onda Cero su hermano mayor, Gregorio Castillo, en 2010 se ha materializado la décima liberación de un reo en un acto sencillo pero solemne que «llena de orgullo a todos los melillenses».

Castillo asegura que los nueve presos que hasta ahora han alcanzado la libertad gracias a El Cautivo se han reinsertado en la sociedad tras conseguir un empleo que conservan, «un éxito» para los voluntarios que organizan el acto pero sobre todo para los beneficiados por esta tradición.

Además del liberado ayer, que profesa el Islam, otros cinco hombres de trono o porteadores de la Cofradía son también musulmanes. Forman parte de un grupo de quince inmigrantes, entre ellos varios subsaharianos, que han decidido vivir en primera persona la experiencia de la Semana Santa.

También se recordará este Jueves Santo por el recorrido completado por ambos titulares, un camino condicionado por las obras de construcción del túnel de Alfonso XIII. Los tronos volvieron sobre sus pasos tras alcanzar la Plaza de Velázquez para enfrentarse a un último tramo más corto pero más duro.

La Virgen, por su parte, estrenó saya y palio en una jornada marcada por las buenas temperaturas, los cielos despejados y las fuertes rachas de viento.