A partir de ahora los inmigrantes «sin papeles», sus abogados, los fiscales, e incluso los jueces, no conocerán cómo se aplica e interpreta la nueva Ley de Extranjería. El Ministerio del Interior ha dictado una circular en la que ordena que los expedientes de expulsión se tramiten «a la mayor brevedad y en el tiempo mínimo imprescindible», pero también bajo el máximo secreto.
La apostilla sobre la confidencialidad aparece al pie de todas las páginas de la circular, un documento «de uso restringido para unidades de extranjería» y de difusión «prohibida». La polémica orden 1/2010, que se ha distribuido por las comisarías de toda España, lleva fecha del 25 de enero y la firma el máximo responsable de inmigración de la institución, el comisario general de Extranjería y Fronteras, Juan Taborda Álvarez.
Este secretismo ha sorprendido a los propios mandos y ha desatado un aluvión de críticas y un rechazo frontal por parte de los sindicatos policiales del Archipiélago canario,tanto por la forma como por el fondo de la circular.
Enrique Pérez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en las Islas, asegura a ABC que su organización se opone de manera frontal a esta circular porque «no reúne las garantías jurídicas necesarias ni para la actuación policial ni para los derechos de los ciudadanos extranjeros».
A la italiana
Pérez critica con dureza las formas del Gobierno de Rodríguez Zapatero con esta cuestión, ya que «no se puede criticar por un lado la actuación del Gobierno de Berlusconi en relación con los extranjeros y, por otro, aplicar esa misma doctrina». «Públicamente dice una cosa y luego hace otra», denuncia el portavoz del SUP en Canarias.
Asimismo, Pérez critica que dicha circular «es de uso restringido y reservado, y la actuación policial debe ser transparente porque es una institución publica de servicio a los ciudadanos», y todo se debe hacer «con las garantías que establece la ley, tanto para los policías como para los ciudadanos».
Por ello, reitera que la circular «vulnera los derechos de los ciudadanos y no reúne las garantías jurídicas para las actuaciones policiales».
Las órdenes que recoge la circular son claras: «Detención preventiva» de cualquiera que, aun siendo regular, no pueda acreditarlo en ese momento en la calle. Este arresto «cautelar» tiene el amparo de la nueva ley, pero el legislador (en los artículos 61 y 63) sólo habla de ella como una opción («podrá») no como una obligación. La circular, incluso, introduce una nueva figura jurídica que no aparece en la Ley de Extranjería: la detención «a efectos de identificación».
Interior ordena esas «detenciones cautelares» con carácter previo al expediente de expulsión, sin saber si hay una causa real que la justifique. Es decir, ordena privar de libertad sin conocer todavía si la sanción desembocará en una orden de expulsión, ya que podría terminar en una simple multa.
En estos aspectos en donde más inciden las críticas por parte de la Confederación Española de Policía (CEP). Lorenzo Nebreda, portavoz del sindicato, asegura a este periódico que, paradójicamente, «siendo una circular que intenta explicar de una forma más sencilla y mas operativa de lo que dice la ley, resulta mas larga que la ley, y no se cumple el objetivo de dejar las cosas claras».
Detenciones preventivas
En cuanto a las llamadas detenciones preventivas, el portavoz del CEP indica que «la circular no recuerda de una forma muy clara que eso es una posibilidad, y no una obligación o necesidad. La circular no nos parece clara porque es demasiado larga, es muy farragosa y no se ajusta porque la ley lo establece como posibilidad, pero en la circular parece que se habla de la necesidad siempre de esas detenciones preventivas».
Nebreda, que asegura que no hay instrucciones para la «caza indiscriminada de inmigrantes», sí critica que esta circular «no sirve para lo que tendría que servir, que es para hacer la labor policial más clara y sencilla». Además, revela que desde el Ministerio del Interior en ningún momento de ha planteado retirar esta circular. «No se va a derogar», sentencia Nebreda.