Aún convaleciente por una gripe que le afectó en los últimos días, y casi arrastrando la pierna derecha, débil por los dos preinfartos que en el último año afectaron su salud, Rosario Lucero, madre de Marcelo Lucero, emigrante ecuatoriano que falleció tras un ataque xenófobo el 9 de noviembre del 2008, recibió la noticia de que el juicio por la muerte de su hijo comenzó el jueves anterior.

Sin ocultar el dolor que le provoca recordar el ataque, que ocurrió en la localidad de Patchogue, Estados Unidos, cuando cuatro jóvenes asestaron 7 puñaladas al segundo de sus cuatro hijos, Rosario repite que no pierde la esperanza de que el país norteamericano sentencie a los responsables y con eso se eviten más muertes de migrantes como su hijo.

“Sé que allá (EE.UU) las leyes son severas y existe todo un equipo de investigadores de las fiscalías y privados, que con financiamiento del Gobierno reunieron las evidencias suficientes para condenar a quienes privaron de la vida a un joven lleno de vida y de ilusiones”, expresó la madre, quien espera que la Embajada estadounidense renueve su visado, para viajar y estar presentes en el juicio.

Isabel Lucero, hermana del infortunado emigrante, dijo que el 5 de abril se presentará con su madre y su hijo Isaac, de 5 años, en la Embajada; cuenta con una carta de los tribunales de Justicia del estado de Nueva York; y otra de un grupo de activistas que presentará al cuerpo diplomático para justificar su presencia en el proceso.

“El juicio comenzó contra el presunto asesino de mi hermano, quien aún no confiesa su responsabilidad, pese a que los otros jóvenes que lo acompañaron ya testimoniaron y aceptaron su complicidad, por eso creemos que habrá problemas para que el principal responsable reciba una sentencia justa”, dice la hermana.

Según Isabel Lucero, los partícipes del asesinato aceptaron su complicidad para obtener una rebaja de penas, que por ser menores de edad y tras su testimonio voluntario y un registro de buena conducta podría llegar a cuatro años de prisión; pero dijo que el abogado del principal responsable mantiene el argumento de que su defendido es inocente.

Joselo Lucero, primogénito de la familia reside en Nueva York y es el único familiar que impulsa el trámite judicial, por esa razón su madre insiste en que su presencia servirá de apoyo para evitar parcialidad del jurado en el proceso.

En tanto, madre e hija se informan del proceso a través de los medios de comunicación y las cadenas latinas en EE.UU. que siguen el tema. Por estos días reciben muestras de apoyo de sus vecinos en Gualaceo, donde residen en la vivienda que Marcelo Lucero construyó con las remesas que envió durante los 15 años de emigración.