Carta destacada del día: 'Teoría sobre la falta de integración de los chinos'

El Periodico, Pedro Javier Marín Garreta, 19-03-2010

De ninguna manera tengo intención de sembrar enemistad alguna con la comunidad china, integrada a su manera en España; solo quiero hacer algunas observaciones, derivadas de una experiencia personal. La integración de los chinos en Estados Unidos, por ejemplo, no es la misma que en Europa, aunque tiene unos puntos en común: la huida de una sociedad oprimida. Las tradiciones están tan arraigadas en China, que para los inmigrantes es difícil manifestar su gratitud al país de acogida. Cuando era joven trabajaba en el barrio judío de París, aunque vivía en el Kremlin – Bicêtre, el barrio chino de las orillas metropolitanas de la capital francesa –zonas que no llegan a ser suburbios o banlieu (periferia)–, por lo que sé algo de la idiosincrasia china. Los chinos de Europa no quieren relacionarse con nosotros, pues aunque sepan que aquí pueden adquirir los bienes materiales que en su país se les niegan, no quieren olvidar quiénes son.
Los comercios chinos superan todas las crisis, ya que su PIB ha crecido un 8,5%. Mucha gente cree que esas tiendas grandes y casi vacías solo sirven de tapadera para blanquear dinero. Sea como sea, los chinos no quieren saber nada del demonio occidental. Ellos trabajan como nadie, ahorran, mantienen a sus familias y se alejan del pecado, a excepción del juego, en el que, por cierto, son unos maestros. Admiro a los chinos y quisiera compartir muchas cosas con ellos. Por eso les reprocho que no se esfuercen en hablar nuestra lengua. Es una lástima; ambas culturas aprenderían mucho la una de la otra. Espero que el mundo chino abra sus puertas; nosotros les damos casi todo lo que podemos ofrecerles. Pido a los chinos de Catalunya que compartan sus valores con nosotros.

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