El Ayuntamiento de Barcelona piensa seguir profundizando en el proceso de integración de los inmigrantes. El alcalde, Jordi Hereu, explicó ayer que, incluso en momentos duros como el presente, la opción tiene que ser clara, evitando un vuelo alicorto, aunque pueda dar réditos a corto plazo. La ciudad es integración de sus residentes, independientemente del origen.

Para fomentar una mayor integración de los inmigrantes, Hereu explicó ayer las líneas maestras del plan de interculturalidad, que trata de unificar las actuaciones que se llevan a cabo en el conjunto de la ciudad, insistiendo en los aspectos interculturales. “Se trata de un cambio radical, tenemos que pasar de la acogida a la integración”, dijo el alcalde de Barcelona.

Hay quien puede ver la inmigración y la diversidad que supone como una amenaza, pero se trata, insistió Hereu, de una oportunidad, de un reto. Por supuesto, añadió, que es más fácil vivir en una ciudad con un único idioma que en una con 162, pero “tenemos dos comunes que compartimos”, señaló.

Hereu afirmó que la ciudad muestra su capacidad para la acogida en todos los barrios, al margen de minorías reticentes.