Desmantelados una docena de burdeles

Tras un amplio despligue, la Policía Nacional detiene a 20 miembros de una red de proxenetas con base en Tarragona

La Vanguardia, , 16-03-2010

SARA SANS – Tarragona

Los prostíbulos estaban ubicados en el centro de la ciudad y la operación despertó una gran expectación
Un espectacular despliegue policial en el centro de Tarragona, pero con registros simultáneos en prostíbulos de Barcelona, Vilanova i la Geltrú, Tortosa y Altafulla, permitió ayer desmantelar una activa red de explotación sexual. La Policía Nacional detuvo a 20 presuntos proxenetas procedentes de Europa del Este y al responsable de la trama, de nacionalidad española y residente en Tarragona. Tras los registros, también se identificaron a 25 prostitutas procedentes de países del Este y de Brasil que, al parecer, ejercían en condiciones lamentables. La operación, bajo secreto sumarial, sigue abierta y no se descartan más detenciones.

Los prostíbulos de Tarragona estaban ubicados en pleno centro de la ciudad. En un diario local, se anunciaban servicios como “Piso privado con jovencitas viciosas de 18 y 19 añitos” o “Apartamento privado con renovación constante. Niñatas viciosas” a 25 euros. En este último local, ubicado en la calle Gasómetro – la misma donde está la Biblioteca Pública de la ciudad-el registro comenzó a primera hora de la mañana con la llegada de cuatro furgonetas de la policía que habían venido de Barcelona. La calle se mantuvo cortada durante veinte minutos y la expectación entre los vecinos y comerciantes fue máxima.

“Todo el mundo sabía que este edificio era un prostíbulo, hace años que están aquí pero sin escándalos”, decía uno de los vecinos. Hasta ayer, el entrar y salir de chicas jóvenes era notable – muchas llegaban en taxi-y en la puerta del burdel había un cartel de una presunta ONG que ayer también se llevaron los agentes. En total, en Tarragona se realizaron ocho registros durante la mañana. En otra céntrica calle, muy cerca de la plaza Imperial Tarraco, se desmanteló otro burdel. Los responsables del restaurante ubicado en los bajos del edificio, tampoco se sorprendieron: “Hace tiempo que estaban arriba y nunca tuvimos problemas con ellas, incluso bajaban a comer de vez en cuando”, dijeron.

Muy cerca, en la acomodada calle Marquès de Montoliu, los agentes registraron el piso del presunto jefe y propietario de varios de los prostíbulos, el español Miguel A. Al parecer, pendiente de un juicio por haber ordenado en marzo de 2009 el asesinato de una prostituta brasileña, que había trabajado en el local de la calle Gasòmetre, después de que ésta denunciara a los proxenetas por obligarla a trabajar como una esclava. Las prostitutas – ayer la policía identificó a más de 25-iban cambiando de local. Los detenidos, una venintena están acusados de proxenetismo y explotación sexual de mujeres.

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