Los vecinos de las torres de Zabalburu han decidido contratar un servicio de seguridad privada. Afirman que ha aumentado la delincuencia en la zona y que la presencia policial es escasa, por lo que se han visto obligados a contratar guardias jurados para garantizar su protección. Al año, este servicio cuesta 180.000 euros, que costean entre los vecinos del número 1 de Juan de Garay y los números 1, 2, 3, 5 y 7 de la calle Nicolás Alcorta, además de los establecimientos comerciales que acogen las torres. Los guardas patrullan doce horas al día, desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la madrugada, el horario que juzgan más conflictivo.

El motivo de esta decisión es que, según alertan los vecinos, en la zona se está produciendo un incremento significativo de la delincuencia. A finales del año pasado, representantes de las comunidades de vecinos se reunieron en Garellano con el concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maiz, para transmitirle sus reclamaciones. «Pero el Ayuntamiento no quiere reconocer el problema porque dice que no hay suficientes denuncias, pero es un hecho fehaciente que además ha salido en la prensa sin que haya habido denuncias», dice Jose Ángel Díez Lete, presidente de la asociación que engloba a las comunidades de propietarios de las torres de Zabalburu.

Reacción «a cámara lenta»

El detonante de este clima de inseguridad ha sido, paradójicamente, la renovación que ha experimentado la plaza. Según los vecinos, lejos de embellecer la zona está contribuyendo a que el barrio se degrade: «Ha sido nefasto porque ese parque en el centro de Bilbao al final lo está usando la gente que no trabaja, los marginados, los delincuentes… – dice Díez Lete – . Y esa gente está a salto de mata, a coger a la señora que sale del ‘súper’ o al que sale de una sucursal bancaria».

El vecindario no tiene reparo en afirmar que «son en su mayoría inmigrantes los responsables de este aumento de la delincuencia, como los argelinos que están en el recodo de García Salazar con Juan de Garay», señala Díez Lete, y en el barrio comienzan a denominar a la plaza irónicamente ‘el Campo de las Naciones’. Inmigrantes que proceden del barrio de San Francisco o del comedor social de los Franciscanos en Irala y que han encontrado en la plaza de Zabalburu «una zona bonita, cómoda, con trasiego de gente y aquí se han quedado», sostiene una vecina de la calle Nicolás Alcorta.

Ayer visitó la zona la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Bilbao, Cristina Ruiz, para hacerse eco de las demandas de los vecinos y criticar la actuación del gobierno municipal en materia de seguridad. «Creemos que el equipo de gobierno está reaccionando a cámara lenta, porque nosotros llevamos mucho tiempo insistiendo que la inseguridad ciudadana es un un problema que va a más», dijo Ruiz. La portavoz popular pidió además que se incremente la presencia policial en la zona para evitar que el «foco de delincuencia» que constituyen San Francisco y Bilbao La Vieja «se extienda por otras zonas de la ciudad».

Por las características del grupo de viviendas y sus galerías comerciales, los vecinos dan por hecho que tendrán que mantener la seguridad privada, con un coste aproximado de 180 euros por vivienda al año – más en el caso de los locales comerciales – , pero piden que esa vigilancia tenga «un refuerzo» por parte de la Administración.