Percepciones y realidades

La Vanguardia, , 15-03-2010

LA segunda parte del sondeo del Instituto Noxa para La Vanguardia arroja datos significativos sobre la percepción que los ciudadanos tienen del fenómeno migratorio. Durante los últimos diez años, Catalunya ha acogido a cerca de un millón de personas procedentes de otras latitudes, atraídas por el crecimiento económico de nuestro país y las oportunidades que han distinguido, durante décadas, el modelo social catalán. Según la encuesta que ofrecemos hoy, más de la mitad de los catalanes piensa que hay demasiados inmigrantes, una opinión sostenida por la mayoría de los votantes de todos los partidos, salvo por los de ICV. La creencia de que el número de inmigrantes es excesivo es mayor entre quienes expresan una identidad española más fuerte.

No obstante, esta visión no conlleva una quiebra de los valores de solidaridad e igualdad, puesto que alrededor de un 80% de los catalanes mantiene que todo el mundo debe tener los mismos derechos. Con todo, es casi una cuarta parte de los encuestados (el 24%) la que defiende que los autóctonos tengan prioridad a la hora de ocupar un empleo. El sondeo revela también que las ofertas políticas de perfil xenófobo que puedan presentarse a los próximos comicios catalanes no cuentan con el apoyo de la ciudadanía. Así, sólo un 2% de los encuestados admite que es muy probable que apoyara una candidatura de este tipo, mientras que el 73% afirma que nunca lo haría. Hasta el momento, sólo la minoritaria Plataforma per Catalunya ha expresado su voluntad de concurrir a las elecciones al Parlament.

Tal vez debido al clima generado por las dos oleadas de consultas soberanistas locales, la percepción dominante es que el independentismo crece. Así lo cree el 49% de los encuestados, mientras que sólo un 17% piensa que disminuye y un 28% lo percibe estable. En realidad, las cifras de apoyo al independentismo apenas se han movido con respecto a los dos anteriores sondeos de Noxa. Un 36% de los encuestados confiesa que, llegado el caso, votaría a favor de que Catalunya fuera un Estado independiente, y un 44% lo haría en contra; el resto no lo sabe o no iría a votar.

La novedad con respecto a la encuesta del pasado octubre es que ahora la distancia entre contrarios y partidarios de la hipótesis secesionista ha pasado de los once a los ocho puntos. En cambio, los ciudadanos se muestran mayoritariamente (52%) a favor de que puedan celebrarse consultas informales sobre la independencia en todas las localidades, lo cual incluye también a aquellos que no se inclinan por la ruptura del actual marco territorial.

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