Seis menores inmigrantes de unos 16 años fueron detenidos la pasada madrugada por los disturbios provocados en el centro de acogida de Elgueta (Guipúzcoa) en el que estaban internados. Durante el motín, que comenzó en la medianoche del jueves, resultaron heridos leves tres educadores por contusiones y hematomas. El Departamento vasco del Interior señaló que el arresto respondió a los «graves» incidentes en el centro, donde durante la revuelta los agentes fueron recibidos con insultos, amenazas y lanzamiento de objetos, como mesas, sillas o la escalera de una litera, a través de las ventanas, cuyos cristales resultaron destrozados.

Ya en la tarde del jueves hubo un conato de motín que los educadores consiguieron mitigar. No lo lograron a medianoche, cuando «una causa concreta procedente del exterior», según explicó a este periódico Asunción Guerra, portavoz del PP en la Diputación de Guipúzcoa, revolucionó a seis de los ocho menores, liderados por «El Rubio». Los educadores llamaron a la Ertzaintza y salieron a la calle con los dos internos que se desvincularon del vandalismo. Cuando llegaron las patrullas de la Policía vasca se desató una batalla campal que fue sofocada media hora después con el apoyo de una furgoneta antidisturbios.

La Diputación de Guipúzcoa, de la que depende el centro de Elgueta, solicitó a la Fiscalía una investigación para esclarecer lo ocurrido. Guerra explicó que esta instalación fue inaugurada en enero tras el cierre temporal del centro de Deba por denuncias de malos tratos, «que no han sido probadas», y que acogía a menores con problemas de conducta. «Los ocho menores de Elgueta tenían multiproblemas, algunos acarreaban varias denuncias y se les iba a dispersar en los próximos días», detalla. Guipúzcoa es la provincia vasca con más menores inmigrantes no acompañados (120 en la actualidad) y País Vasco, la comunidad con mayor carga después de Canarias.