Más de 500 habitantes de aldeas cristianas murieron a machetazos y quemados en ataques perpetrados el fin de semana por ganaderos musulmanes en el centro de Nigeria, escenario de enfrentamientos religiosos y étnicos.

Los ataques fueron cometidos el sábado por la noche en tres aldeas al sur de Jos, capital del estado de Plateau, por ganaderos de la etnia fulani, de mayoría musulmana, contra los berom, una etnia sedentaria que profesa la fe cristiana, según los testigos.

La masacre parecía ser en represalia tras choques sectarios que dejaron unas 300 personas muertas en enero.

Peter Gyang, de Dogo Nahawa, la aldea más afectada, perdió a su mujer y a dos hijos. “Hicieron disparos para asustar a la gente y luego los mataron a machetazos”, contó.

Según una fuente oficial, informes de seguridad dejan entrever que “los integristas islámicos” en la región han instigado el ataque contra los berom.

En un comunicado publicado el domingo, el Foro de los Cristianos de Plateau acusó al ejército de permanecer pasivo durante el ataque. Ayer, soldados patrullaban la ciudad mientras trabajadores humanitarios calculaban la cifra de muertos.

Habitantes citados por el diario nigeriano The Guardian dijeron que cientos de cuerpos yacían sobre las calles el domingo después del ataque. Otros testigos, citados por el diario The Nation, contaron entre 300 y 500 atacantes.

El presidente interino Goodluck Jonathan convocó a una reunión de emergencia para discutir estrategias para prevenir que los enfrentamientos se extiendan a otras ciudades, dijeron fuentes del gobierno.

El domingo por la tarde se oficiaron funerales colectivos y ayer se realizaron otros más.