«Los responsables del efecto llamada son los mismos que ordenan redadas»

MADRID–¿En qué medida ha afectado la crisis a la convivencia entre madrileños y extranjeros?
–Pese a la mala situación, no ha empeorado. De hecho, en algunos aspectos ha mejorado. Cuanto más tiempo duren los problemas de empleo peor será para todos. La política económica de Zapatero está siendo desastrosa. Destruye empleo y perjudica la cohesión.
–No hay problemas de convivencia, pero sí de persecución.
–El ministro del Interior miente sistemáticamente, incluso en el Congreso. Hay redadas diarias. En Madrid, en 2009 hubo 450.000 identificaciones, 1.200 al día. Una barbaridad.
–¿Realmente valen para algo?
–No. En 2009, el Gobierno abrió 70.000 expedientes de expulsión, pero sólo se cumplieron 13.000. Hay que decidir si se los deja tranquilos o se los expulsa. Lo más cruel es que los afectados son los que llegaron por el efecto llamada de la regularización masiva de 2005. Ahora, ese mismo Gobierno es el que organiza las redadas.
–¿Por qué se incoan expedientes que no se cumplen?
–Distintos miembros del Gobierno se han dedicado, sin éxito, a viajar por África para que acepten las devoluciones. La Comunidad de Madrid creó un centro de tutela de menores en Tánger para menores marroquíes expulsados, pero no ha retornado ninguno porque Marruecos no los acepta.
–¿Cómo valora los resultados del plan de retorno voluntario?
–Es una más de las mentiras del discurso de investidura de Zapatero. Hablaban de que se acogería a un millón de extranjeros, luego se bajó a 100.000 y la realidad es que en dos años no han llegado a 10.000. Es un rotundo fracaso.
–Los inmigrantes han denunciado que el Ejecutivo los culpa del aumento del desempleo.
–Cuando un ministro habla de paro y de inmigrantes, lo relaciona con el retorno, dando a entender que si se fueran todos no habría paro. Es mentira, no solucionaría nada . El problema es la desastrosa política económica.
–Un informe del Observatorio del Racismo refleja que esa opinión está calando en la sociedad…
–El descontento de la gente no es con los inmigrantes, sino con la política del Gobierno. Madrid ha asumido las consecuencias, a pesar de la falta de apoyo. De hecho, cuando hacía más falta, el Ejecutivo nos ha recortado las ayudas a la mitad.
–¿Qué opina de la reciente reforma de la Ley de Extranjería?
–Una mala reforma de una mala ley. Era el momento de que el PSOE buscara un acuerdo con el PP, porque no había presión migratoria. No lo han hecho y han preferido buscar, como han hecho desde su llegada al poder, el apoyo de los nacionalistas. A partir de ahora, Cataluña podría intervenir en cuestiones que acabarán influyendo en el arraigo, la reagrupación o incluso en la concesión de la nacionalidad española. La política de inmigración de Cataluña no me gusta. Obligar a los inmigrantes, sobre todo a los hispanoamericanos, a aprender catalán es una crueldad enorme.
–En Cunit (Tarragona), a partir del caso de la mediadora cultural Fátima Ghailan, que se negó a llevar el pelo cubierto y dejar de conducir, hay un debate sobre el poder de los líderes religiosos…
–Nos estamos jugando muchísimo. Hay que dilucidar si queremos que determinados religiosos se atribuyan la representación y el poder sobre las personas. Después, hay que decidir si estamos dispuestos a admitir que una mujer de otra cultura no pueda tener la misma libertad que una española. El simple hecho de intentarlo es de una arrogancia tremenda.
–Otra polémica es la postura del Gobierno Zapatero tras la muerte de Orlando Zapata…
–Se ha producido una reacción  de la sociedad cubana y de la española. En cambio, Zapatero mantiene su apoyo a una tiranía que niega la libertad política y de expresión y los derechos humanos. De hecho, Moratinos (ministro de Asuntos Exteriores) se ha mostrado partidario de mantener el diálogo político y el apoyo económico porque ha dado muchos frutos. El problema es que ahora los frutos se cuentan por muertos.

Integración y solidaridad
Uno de los objetivos de Lasquetty cuando asumió la dirección de Inmigración de la Comunidad de Madrid era apoyar la integración social del los 1,11 millones de inmigrantes de la región. Puso en marcha el proyecto «Conoce tus leyes», que permite a los extranjeros conocer la legislación española para lograr una mejor integración en la sociedad. La segunda edición de la iniciativa congregó a más de 2.000 personas de América (74%), Asia, África y Europa. En cuanto a la solidaridad, Madrid ha jugado un importante papel en el terremoto de Haití. A los 600.000 euros de ayuda directa hay que sumar el hospital de campaña que se mantendrá en la isla durante varios meses.