«Sufrimos un apartheid»

Diario Sur, LAURA L. CARO ENVIADA ESPECIAL, 06-03-2010

Entrada de la Mezquita de Ibrahim, llamada Cueva de los Patriarcas por los judíos. 11.30 horas de ayer. Cuatro palestinos que iban al rezo son retenidos por soldados israelíes, que se llevan sus identificaciones, sus teléfonos móviles y les ordenan no moverse. Antes han tenido que atravesar un túnel anterior al templo estrecho como una leonera, donde hay tres tornos de seguridad, decenas de cámaras y un primer militar armado como para una guerra.

Aún quedan dos controles más. Desde el segundo, una trinchera blindada a las puertas de la mezquita, otra soldado vigilante llama con desdén a la periodista que habla con los palestinos. «Pasaporte, ¿tú qué haces aquí, eres cristiana, musulmana, judía, budista o qué?», pregunta. Me manda quitar de en medio para interrogar a un grupo de turistas que llega.

Tiene razón el alcalde de Hebrón, Jaled Osaily, la tumba del patriarca Abraham, es «una base militar». «Sufrimos un aparheid», dice el hombre de negocios metido en política, independiente, que tiene en su despacho un mapa con los 110 ‘check points’ hebreos que han convertido la parte palestina del Hebrón histórico en un gueto impracticable.

En Jerusalén, sesenta palestinos y al menos veinte policías israelíes resultaron heridos en enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas. «Los disturbios estallaron tras los rezos del viernes cuando unos jóvenes musulmanes lanzaron piedras a los agentes apostados en la Puerta de los Mugrabíes», explicó el portavoz de las fuerzas de seguridad, Miki Rosenfeld.

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