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Holanda premia a la extrema derecha en las elecciones locales

La Voz de Galicia, Thomas Burmeister, 05-03-2010

El resultado apunta la tendencia para los comicios legislativos de junio

El resultado apunta la tendencia para los comicios legislativos de junio

Es un consuelo que los holandeses sigan siendo amantes de los animales. El Partido por los Animales, que lucha por un trato humano a toda clase de bichos, podría llegar hasta los 26 cargos electos en los comicios municipales celebrados en Holanda. Su presidenta reaccionó a esto con un «nos hacemos más fuertes», cosa que no puede decir el Partido Nacional Musulmán, que aboga por el entendimiento entre las gentes de distintas creencias, ya que no consiguió un solo representante. Los auténticos triunfadores han sido precisamente los antimusulmanes de extrema derecha de Geert Wilders.

Se trata de una victoria histórica, afirmó este antiguo vendedor de seguros durante la fiesta de la victoria celebrada en Almere por su Partido por la Libertad (PVV). En esta ciudad, el PVV se ha convertido en la fuerza más votada, echando a los socialdemócratas del Partido del Trabajo (PvdA). Además, quedó como segunda fuerza en La Haya, ciudad en la que se presentaba por primera vez.

«Este éxito es nuestro trampolín para el 9 de junio», gritó Wilders, a quien sus seguidores llaman Mozart por su pelo rubio platino, aunque es probable que no les guste la música clásica.

El 9 de junio se celebrarán elecciones al Parlamento holandés. El PVV, desde que fue fundado en el 2006, cuenta con solo nueve diputados de los 150 escaños totales. Ahora, los sondeos le otorgan 27.

Mientras democratacristianos y socialdemócratas aún lamen sus heridas, Wilders ha empezado a marcar ya las líneas de las próximas elecciones. «¡Vamos a reconquistar Holanda!», dice entre jolgorio, aplausos y aclamaciones de su nombre.

«La élite de izquierda todavía cree en la multiculturalidad, en los besuqueos con criminales, en la ayuda al desarrollo y en el superestado europeo con altos impuestos», afirma, «pero el resto de Holanda piensa de otra manera».

Wilders se ha concentrado exitosamente en tres puntos. El primero es una dura polémica contra los musulmanes inmigrantes y el islam. El segundo es la exageración de los problemas de inseguridad, y el tercero, la promesa de frenar la subida de la edad de jubilación de 65 a 67 años.

Su programa suena casi como un llamamiento a la guerra civil. Las mezquitas holandesas deben ser cerradas y el Corán «fascista» tendría que ser prohibido al igual que el velo islámico en los espacios públicos, sostiene. Además, los holandeses «decentes» deberían hacer «patrullas urbanas» para luchar contra los «jóvenes vándalos marroquíes», según Wilders.

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