El señor Ruiz Soroa refiere que sólo el 39% de la población vasca es autóctona, pues el resto es ‘mestiza’ descendiente de gentes de otras tierras (EL CORREO, 28 – 2 – 10). Perfecto, pero ello no quiere decir que esa población inmigrante y sus descendientes, si encima han nacido aquí, no pueda sentirse vasca de pleno derecho. Por mucho que se repita la cantinela, yo no he oído nunca a los nacionalistas hablar de pureza de raza, y más de una vez han dicho que consideran vasco a todo ciudadano por el mero hecho de vivir y trabajar aquí. Pero, claro, el primero que tiene que considerarse como tal es el propio interesado. No hay vascos de primera o de segunda sino personas que se consideran vascas y otras que no. Cada uno elige, voluntariamente, su identidad. El que no se considera vasco no es un vasco de segunda categoría sino que no lo es de ninguna, aunque sí sea un ciudadano más con todos sus derechos. Así de simple. Respecto a lo de que hay que integrar y mezclar a los inmigrantes, bien sabe que no se refiere a un señor que venga de Burgos sino a los provenientes de otras razas y continentes. Y en cuanto a que el PNV convirtió en un problema existencial la inmigración de antaño, sabe usted también que en aquel antaño lo que a los del PNV les preocupaba era, precisamente, su propia existencia y no dar con sus huesos en la cárcel junto con otros muchos. ::