Crecen un 30% los usuarios que reciben atención de base en Cáritas

El Correo, CRISTINA ORTIZ, 04-03-2010

La crisis les ha traído más trabajo, bastante más, a los voluntarios y responsables de Cáritas Miranda. El número de apoyos gestionados en atención de base creció casi un 30% durante el pasado ejercicio. La estadística no falla. Actuaron en 350 casos diferentes, 80 más que en el ejercicio anterior. Entonces fueron 270. Y esto supone que el programa llevó su apoyo a alrededor de un millar de personas que residen en la ciudad.

Cada uno cuenta con una situación personal y familiar diferente, con más o menos personas a su cargo, pero todos tienen algo en común: la falta de recursos económicos para hacer frente a las facturas, a la compra de alimentos o al pago del alquiler. Un problema que, en base a su experiencia, afecta principalmente a población inmigrante – muchos rumanos y marroquíes – . Suponen el 90% de los que han echado mano de este recurso, el resto son españoles.

En los últimos meses, su número ha ido en aumento. Se trata fundamentalmente de familias en las que sus ingresos procedían de empleos con menor grado de cualificación, en muchos casos en la construcción. El cabeza de familia deja de ganar un salario y es entonces cuando sus mujeres – tradicionalmente solían acudir ellas, aunque también ahora hay hombres – optan por acudir a Cáritas para participar en talleres y cursos que suelen reportar pequeñas contraprestaciones económicas.

A ello destinó la entidad religiosa durante el pasado año una partida de 25.000 euros, que permitió aliviar un centenar de casos de los atendidos. Un dinero que se entregó a cambio de la implicación directa de los beneficiarios en tareas y cursos propuestos por Cáritas. «Tienen que ir al taller y hacer cursos de servicio doméstico, de cuidado geriátrico o trabajos de acabado de piezas de gomaespuma y tornillos», explicaron desde el colectivo.

Contraprestaciones

Con el resto de los casos atendidos, las ayudas se centraron en facilitar becas, libros para los colegios, gestiones de papeleos o derivaciones a Servicios Sociales. Iniciativas y actividades de un programa que supuso una inversión global para Cáritas de 70.785 euros durante el pasado ejercicio, incluido el dinero entregado por trabajos realizados. «Lo que no hacemos es dar por dar, siempre se exige una contraprestación aunque sea acudiendo a formación».

Ahí llegan derivados desde sus barrios, ya que la atención de base es un programa fundamentalmente parroquial. Es de donde sale su financiación ya que este es un programa que «no recibe ningún tipo de subvención» y son los voluntarios de cada centro los que realizan el acompañamiento de estas personas, involucrándose personalmente en los talleres y cursos.

Donde en 2009 no se notó una mayor demanda de ayuda fue en el Servicio Integral de Atención a Transeúntes y Sin Hogar, en cuyo centro de acogida recibieron a 1.379 personas de paso por la ciudad, todos ellos hombres. Cifra similar a la del ejercicio anterior, en «un programa muy asentado», en el que el alrededor del 70% de sus usuarios son españoles y el resto inmigrantes, principalmente portugueses y marroquíes.

En este caso, la iniciativa si contó con financiación del Ayuntamiento con quien Cáritas tiene suscrito un convenio de colaboración. La aportación fue de 72.624 euros.

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