«No todos los gitanos somos delincuentes, pero desgraciadamente la gente nos acaba tratando por igual y en Valencia vivimos 25.000 gitanos que se dedican a trabajos honrados y en el Cabanyal todos están deseando que se haga la prolongación para limpiar el barrio de malaje», sentenció ayer a LAS PROVINCIAS, Manuel Bustamante, diputado gitano del PP en Les Corts.

Los Correa, los Escuderos o los Castro son algunos de los clanes gitanos que se han tenido que marchar del barrio para que los más pequeños no acabaran siendo delincuentes. «La gran mayoría se dedicaban a la venta ambulante y otros eran pescadores. Se han marchado del Cabanyal porque no querían implicarse con los grupos que se dedican al tráfico de drogas», insistió el diputado popular.

Durante estos días, son muchas las reuniones que están manteniendo los miembros de la Federación gitana y todos ellos insisten en que la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez y la rehabilitación del barrio sería esencial para dignificarlo. «No obstante, todos no quieren quedarse sin su casa, pero sí que piden que se sanee la zona para poder vivir mejor», explicó Manuel Bustamante.

Desde la Federación gitana se está trabajando mucho en conseguir que la etnia gitana consiga integrarse al 100 por cien en la sociedad valenciana. «El principal problema es la educación y que se reduzca cuanto antes el absentismo escolar y en el Cabanyal hay muchos problemas de este tipo, pero estamos luchando para frenarlo», explicó el diputado.

Muchos vecinos de etnia gitana ya han firmado en los folios de apoyo a la prolongación de Blasco Ibáñez porque no quieren que la vida del barrio se identifique con la droga, la delincuencia y un vida bajo la ilegalidad. Una situación que el equipo de Gobierno de Rita Barberá asegura que desaparecerá en cuanto se ponga en marcha la prolongación de Blasco Ibáñez. A su juicio, «este PSOE está sin norte pero muy reforzado en su acción de ataque por los instrumentos del Estado», y aseguró que vienen «con el BOE y el Tribunal Constitucional a darnos en la cabeza y en las tradiciones», señaló.

Rita Barberá continuó explicando que no se puede «ir asaltando los derechos de las personas ni injiriendo e insultando ni burlándose permanentemente de las declaraciones que hacemos», afirmó la alcaldesa.