Una confesión dio pie ayer a la primera condena por la inmigración irregular que ha alcanzado en patera las costas alicantinas en los últimos años. Mohamed N., un joven pescador de la zona costera de Gouraya, dominio de los antiguos cartaginenses en territorio argelino, aceptó cuatro años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

La Fiscalía y la defensa alcanzaron un acuerdo previo que plasmaron luego ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia. La continuación del juicio se hizo por tanto innecesaria.

El fiscal coordinador del área de Extranjería en la provincia, Joaquín Alarcón, explicó después a los medios que había accedido a rebajar su petición inicial de 8 años de prisión porque no existían pruebas irrefutables de que el acusado fuera el único y definitivo destinatario de los casi 2.000 euros pagados por cada uno de los cinco tripulantes a cambio de la travesía.

La embarcación, que también será decomisada, no es en realidad una patera, sino un pesquero de 9 metros de eslora y de nombre ‘Anis’ que fue interceptado a las ocho de la tarde del 30 de octubre del pasado año por una lancha de Salvamento Marítimo cuando navegaba en alta mar, a treinta millas del Cabo de la Nao, en Jávea.

Ese mismo día fueron detenidos otros ocho inmigrantes indocumentados que viajaban a bordo de una zódiac, en este caso frente al litoral de Santa Pola. Los argelinos del Anis declararon a la Guardia Civil que habían abonado unos 20 millones de ‘argelians’ cada uno (aproximadamente 2.000 euros) por ser trasladados a España. Dijeron que habían dado el dinero a Mohamed N., quien al parecer se lo habría hecho llegar al verdadero propietario del barco.

Los tripulantes ratificaron su declaración en el juzgado de guardia y luego fueron repatriados a Argelia. Sus testimonios no cobraron entonces la forma de prueba preconstituida, de manera que no podían hacerse valer con toda la fuerza en la vista oral celebrada ayer.

A pesar de esa circunstancia, que favorecía al patrón del barco, la defensa renunció a buscar una sentencia absolutoria y Mohamed, en prisión provisional desde el 17 de noviembre del pasado año, se conformó con los cuatro años de cárcel solicitados por la Fiscalía.

Es la primera vez que la Audiencia condena el tráfico de seres humanos por vía marítima desde que las pateras comenzaron a llegar al litoral alicantino, en el año 2007. El fiscal Alarcón no tiene constancia de otro procedimiento similar. De hecho, en la mayoría de casos registrados en este tiempo no se ha podido identificar si había un responsable que dirigiera el transporte entre el norte de Argelia y Alicante y cobrara por ello.

Muchas veces son los propios interesados quienes compran directamente la patera y se guían por sistemas GPS para alcanzar su sueño europeo. Reman ellos mismos o se dejan ir a la deriva intentando mantener un rumbo concreto. El Anis, en cambio, es un pesquero cuyo manejo precisa de ciertos conocimientos de navegación, lo que facilitó la detención de Mohamed.