Disturbios en un barrio de inmigrantes de Milán tras la muerte de un egipcio

ABC, VERÓNICA BECERRIL | ROMA, 15-02-2010

El asesinato de un joven egipcio en Milán a manos de otro emigrante latinoamericano desencadenó este fin de semana una batalla campal que se saldó con cuatro detenidos y provocó la alarma general.

Los hechos se registraron en la noche del sábado, cuando un grupo de jóvenes egipcios y latinoamericanos iniciaron un enfrentamiento verbal en un autobús. Según los primeros indicios, un cumplido a la novia del fallecido, Abdel Aziz el Saeid, de 19 años, fue el detonante del enfrentamiento que luego prosiguió en la calle. Allí el grupo de suramericanos, supuestamente pertenecientes a la banda conocida como «Chicago», acorraló al grupo egipcio.

Abdel, que llevaba cuatro años en Italia trabajando con un permiso regular de residencia como pizzero, fue apuñalado en el tórax falleciendo en el acto. La noticia se difundió en pocos minutos por el barrio periférico de via Padova en Milán donde vive una nutrida comunidad africana y latinoamericana. La ira en ese momento fue general. Jóvenes egipcios residentes en la zona se echaron a la calle,llevándose por delante todo lo que encontraban mientras el cuerpo de Abdel seguía en el suelo.

Un auténtico gueto

Tras varias horas de tensión y la llegada de los antidisturbios, la calma volvió a las calles de ese barrio milanés. Como consecuencia de los altercardos, cuatro egipcios fueron arrestados, mientras la Policía sigue buscando a los culpables del homicidio.

La zona de via Padova de Milán «es un lugar al que nadie va, viven muchos inmigrantes y no es para nada seguro», comentaba a ABC Nadia, una joven milanesa. Los pocos italianos que viven en esta zona lo saben, y desde los balcones de sus casas pedían a gritos este fin de semana más seguridad.

La alcaldesa de Milán, Letizia Moratti, anunció ayer el envío de un contingente extraordinario a via Padova para evitar sobre todo posibles venganzas entre los diferentes grupos de inmigrantes que viven en la zona. El partido federalista Liga Norte, fue más allá y pidió que se controlara casa por casa a los inmigrantes indocumentados para proceder a su expulsión directa.

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