Mandela, veinte años de libertad

La Vanguardia, , 12-02-2010

SUDÁFRICA celebró ayer el vigésimo aniversario de la liberación de Nelson Mandela, el líder del Congreso Nacional Africano (CNA) que pasó veintisiete años en las prisiones del régimen racista del apartheid,impuesto por la minoría blanca hasta el mandato del presidente Frederik de Klerk. Cuatro años después de su puesta en libertad, Mandela alcanzó democráticamente la presidencia de su país y lo hizo anteponiendo la reconciliación nacional y la paz a cualquier otro objetivo. El liderazgo excepcional, la dignidad y la responsabilidad de Mandela fueron elementos decisivos para evitar el derramamiento de sangre y empezar a forjar así una nueva comunidad que, superando divisiones y odios acumulados, ha sido capaz de mirar al futuro y trabajar para el desarrollo y el progreso de todos sus ciudadanos.

Con 91 años y a pesar de vivir alejado de los debates políticos, Mandela sigue siendo la gran referencia moral de Sudáfrica y una de las pocas figuras históricas con vida que son respetadas y admiradas de manera unánime en todo el mundo, por personas de toda condición, fe e ideología. Ayer, a pesar de su delicado estado de salud, asistió a la ceremonia de homenaje que se le tributó en el Parlamento sudafricano, en Ciudad del Cabo, donde escuchó el discurso de Jacob Zuma, el actual presidente. El arzobispo Desmond Tutu, uno de los artífices de la reconciliación, ha pedido a los sudafricanos que “recuperen el espíritu del día en que Mandela fue liberado” para hacer frente a las dificultades económicas y el paro, que se ceba en los jóvenes, sobre todo entre los que viven en los guetos. En su discurso de toma de posesión el pasado mayo, Zuma prometió crear 500.000 empleos. El principal desafío de la administración Zuma es reducir las agudas desigualdades que lastran las instituciones democráticas y que cuestionan el gran sueño fundacional de Mandela, el que puso en marcha el camino a la libertad.

Por otro lado, dentro de cinco meses, la celebración del Mundial de Fútbol en Sudáfrica permitirá que el país demuestre su energía y su capacidad organizativa, y representa una gran inyección de moral colectiva en una población deseosa de ser noticia por motivos positivos. Este acontecimiento deportivo contribuye al desarrollo nacional al abrir Sudáfrica a muchos visitantes y colocar a una sociedad joven y dinámica en los grandes circuitos mundiales. El legado de Mandela sigue inspirando, sin duda, grandes iniciativas.

La historia ejemplar de Tata Madiba – apodo popular de Mandela-es una página de coraje excepcional de nuestro tiempo. La fortaleza interior del hombre que guió la lucha contra el apartheid y su afinado sentido político – mezcla especial de convicciones férreas y dúctil pragmatismo-representan un modelo de líder que rompe moldes. Los miles de personas que ayer recorrieron el trayecto que Mandela hizo el 11 de febrero de 1990, cuando salió de la prisión de Victor Verster, reivindican las lecciones de este hombre indoblegable, no siempre bien recogidas por sus continuadores.

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