El alcalde de Vitoria lanzó ayer un nuevo aviso a los controvertidos inquilinos del destartalado bloque de pisos del número 68 de la Avenida de los Huetos. El edificio donde viven los ‘Bartolos’ tiene una «clara vocación urbanística de desaparecer». Matizó, eso sí, que antes de mandarlo derruir zanjará el «problema social con los vecinos».
El regidor socialista realizó estas declaraciones a la Ser cinco días después de que la Policía Municipal precintara al clan gitano sus viviendas por los reiterados impagos de las hipotecas. Las familias fueron desalojadadas de los tres pisos que ocupaban, pero se instalaron en otros tres, donde siguen.
Durante la entrevista, el presidente de la Corporación se refirió a la preparación del presupuesto de la ciudad para el año en curso, y que ha elaborado mano a mano con su ‘socio preferente’, el PNV. Según dijo, tratará de tenerlo listo para presentarlo mañana o, en su defecto, a primeros de la semana que viene. Recordó, como adelantó EL CORREO, que el montante será inferior en unos 30 millones de euros al del año pasado debido a la rebaja de la recaudación impuesta por la crisis.
Lazcoz no quiso desvelar a qué áreas o a qué proyectos afectará el ‘tijeretazo’. Se limitó a reiterar que los departamentos de Intervención Social y de Promoción Económica «se quedarán igual». En cuanto al posible impacto de la rebaja del proyecto económico de Vitoria en los planes estratégicos, como el Palacio de Congresos, Exposiciones y de las Artes Escénicas o el soterramiento, aseguró que no se verán afectados porque se financian «con cargo a deuda».