BÀRBARA JULBE – Far de l´Empordà
Un empleo en el sector de la hostelería. Esa era la falsa promesa que servía de anzuelo para captar chicas en el extranjero, y que una vez en España eran obligadas a prostituirse. La operación culminó el pasado 20 de enero tras la detención por la Policía Nacional de ocho personas (la mayoría de nacionalidad francesa y marroquí), acusadas de explotar sexualmente el año pasado a más de 150 mujeres, de origen rumano y nigeriano, en dos prostíbulos del Alt Empordà: el Olimpe, del Far d´Empordà, yMy Love, de Siurana d´Empordà.

Las chicas trabajaban bajo estrictas normas de control que imponían sus captores. Los proxenetas les retiraban la documentación y les decían que tenían que prostituirse para liquidar una supuesta deuda económica con ellos. Según la Policía Nacional, los detenidos controlaban la duración, los precios de los servicios sexuales y la comisión por las consumiciones. “Las mujeres eran sometidas a frecuentes insultos, vejaciones e incluso agresiones – dijo el inspector Rafael Jiménez, portavoz de la Policía Nacional en Catalunya-.Tenían prohibido ingerir alimento hasta finalizar su jornada, y se les retiraba a diario el dinero obtenido”.

El dispositivo se saldó con siete personas detenidas (cuatro de ellos son los propietarios de los burdeles) como presuntos responsables de delitos relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores. El dueño de uno de los clubs fue arrestado en el aeropuerto de Girona cuando intentaba huir a Marruecos con cinco mil euros. También fue detenido el camarero de uno de los burdeles por tráfico de drogas. Cuatro de los detenidos han ingresado en prisión, y los demás están afectados por diferentes medidas cautelares.