Condenada a pagar 1.050 euros por denunciar falsa violación

La propia inculpada reconoció que los hechos relatados no eran ciertos

Deia, Agencias, 10-02-2010

Bilbao. Una ciudadana ecuatoriana ha sido condenada a pagar una multa de 1.050 euros por denunciar una falsa violación de la que, supuestamente, había sido víctima en la estación de Eusko Trenbideak del paseo de Lugaritz de Donostia Según la sentencia del caso, a la que tuvo acceso Efe, la condenada acudió el 12 de agosto de 2007 a la Comisaría de la Ertzaintza de Irun donde presentó la denuncia falsa.

La procesada aseguró entonces que dos días antes se le habían acercado dos hombres cuando estaba en la citada estación y uno de ellos le colocó un cuchillo de unos quince centímetros de hoja en la cadera, al tiempo que le instaba a no gritar y la empujaba hacia los servicios, donde le bajó los pantalones y la ropa interior, tras lo que la violó mientras continuaba amenazándola con el arma blanca.

A raíz de esta falsa denuncia, un juzgado de instrucción donostiarra abrió unas diligencias de investigación, durante las que la inculpada reconoció “que los hechos de la denuncia no eran verdad”, tras lo que se inició un procedimiento por denuncia falsa contra la mujer, que ahora ha aceptado una multa de 1.050 euros, cantidad que durante el juicio por estos hechos fue solicitada para ella por la Fiscalía.

Por otro lado, agentes de la Policía Nacional detuvieron ayer en Bizkaia a dos personas en el marco de un dispositivo contra la tenencia y distribución de pornografía infantil en Internet. Los arrestos forman parte de una operación llevada a cabo en otros dieciséis puntos de la geografía española que se ha saldado con un total de 26 personas detenidas, la imputación de otros 10 sospechosos más y 34 registros en sus respectivos domicilios.

El peligro de Internet En otro orden de cosas, la Guardia Civil informó ayer de la detención de un hombre de 33 años y natural de Chiclana de la Frontera (Cádiz), identificado como J.T.E, como presunto autor de la violación de una menor, a la que supuestamente coaccionó a través de una conocida red social de internet. Los hechos tuvieron lugar el 2 de noviembre de 2009, cuando una menor de 16 años denunció que había sido víctima de una agresión sexual consumada.

La Guardia Civil inició una investigación, en la que se pudo determinar que el agresor era un hombre que había conocido a la víctima a través de una red social y luego por medio del correo electrónico. Tras varios contactos, el individuo logró ganarse la confianza de ésta, consiguiendo información sobre la vida privada de la menor, y que supuestamente la comprometían en su vida personal.

La información de la vida personal de la menor, aportada por ella de forma espontánea, fue utilizada por el presunto agresor para chantajear a la víctima y conseguir una cita que posteriormente terminó con la presunta violación.

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