Donostia. Javier Galparsoro, el abogado del ciudadano marroquí casado con una bilbaina que permanece retenido en un centro de extranjeros en Hendaia, sin poder regresar a Euskadi, denunció ayer que su cliente será deportado hoy mismo a Marruecos, en contra de un auto judicial que ordena que se le permita volver a Bilbao. Fathi Bibuda fue interceptado en la muga el 21 de enero, cuando intentaba regresar en tren a Bilbao, donde reside, tras visitar en París a sus familiares.

Su letrado, Javier Galparsoro, denunció estos hechos ante el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 2 de Donostia, que emitió un auto el 26 de enero, en el que ordenó la readmisión en España del súbdito marroquí, ya que se encuentra a la espera de una resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) sobre la concesión de la tarjeta de residencia en el Estado.

El pasado martes el citado juzgado hizo un nuevo requerimiento a la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa y al Grupo Operativo de Extranjeros de Irun para que le informaran sobre las actuaciones que han realizado ante las autoridades francesas para cumplir su orden.

Sin embargo, nada de eso se ha hecho, e incluso la Subdelegación del Gobierno hizo pública una nota en la que señalaba que la Policía española tiene “voluntad” de acatar el mandato del juzgado, si bien aclaraba que es algo que queda “fuera de sus posibilidades” porque está bajo jurisdicción francesa.

El abogado Javier Galparsoro advirtió ayer, en un comunicado, que este argumento de la Subdelegación resulta “radicalmente incierto”, por cuanto “estaba obligada a cumplir la decisión de la jueza española” y “a ponerla en conocimiento de las autoridades galas”, lo que “hubiera permitido la inmediata readmisión” del inmigrante a su casa.

Galparsoro anunció que, en caso de que finalmente se produzca esta expulsión, exigirá “el inmediato retorno a España” de su cliente “con cargo al Estado”, ya que la deportación se debería a “la negligencia de nuestro país, al no haber defendido ante las autoridades francesas el respeto a una decisión imperativa de una jueza española que autorizaba su readmisión y que fue deliberadamente omitida a las autoridades galas”. >n.g.