Valencia

Virgilio Nativo Menoscal llegó a Valencia en 1999. Confiaba en el que el sueño europeo cambiaría su vida y la de su familia. «Al principio mis hijos vivían mejor. Con el dinero que les enviaba empezaron a estudiar y pagamos la hipoteca que teníamos allí», explica.

Sin embargo, la crisis del sector de la construcción acabó con todas sus esperanzas. Sin trabajo, habiendo agotado el subsidio de desempleo, a punto de perder su casa en España y casi sin contacto ya con su familia, Menoscal siente que lo ha perdido todo: «Vine aquí para invertir en mi futuro y ya no tengo nada, ni en España ni en mi país», se duele.

«No vuelvo a Ecuador porque no soporto la idea de regresar como un perdedor», sentencia. «Zapatero promete y promete… Que la crisis se acabará en seis meses, que será a finales de año… Yo le pido que cumpla con lo que dice. Cada vez que voy a las oficinas de Empleo veo más gente en la cola», concluye el ecuatoriano.

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