Plataformas feministas piden acelerar la búsqueda de una joven desaparecida

El País, TXEMA G. CRESPO, 03-02-2010

Nora desapareció el pasado 25 de octubre de 2009 sin dejar rastro. Esta marroquí de 23 años, con dos hijos pequeños, residente en Vitoria desde hace unos años, había recibido la visita el día anterior de su marido, sobre el que pesaba una orden de alejamiento por violencia familiar. Se sabe que mantuvieron una fuerte discusión y, después, el silencio. La cerrada comunidad magrebí mantiene un mutismo absoluto sobre este asunto, sólo roto por la asociación de mujeres marroquíes Al Amal, que mantiene el empeño en localizar a Nora.

La plataforma de mujeres de Vitoria volvió a recordar ayer la desaparición de la joven y criticó la indiferencia del Ayuntamiento y la Diputación con este caso. Sus portavoces señalaron en una rueda de prensa que “las instituciones no se están implicando, como tampoco lo hicieron cuando vivía”, resumió Maider Goikoetxea. Nora llegó a Vitoria tras contraer matrimonio de conveniencia con un hombre 11 años mayor que ella, de profundas convicciones religiosas. No tuvo ni la posibilidad de aprender castellano, según reconocen en el entorno en que vivía, en la zona del Casco Viejo de Vitoria.

Los malos tratos se conocieron tras el nacimiento de sus dos hijos, según los informes policiales. Nora denunció las agresiones, por las que su marido fue detenido y pasó unos meses en prisión, además de recibir la orden de alejamiento de la mujer y los niños. Incluso con estas medidas, la joven no se sintió segura. Abandonó el domicilio familiar y se dirigió a los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria para solicitar refugio. Ayer, se reveló que fue alojada con sus hijos en el albergue municipal, un centro para transeúntes e indigentes.

Su marido salió de la cárcel, transgredió la orden de alejamiento y aquel 24 de octubre fue supuestamente en busca de la joven, que desapareció horas más tarde. La Ertzaintza buscó su cuerpo por toda la ciudad y ha rastreado el río Zadorra y otras zonas de las afueras durante este tiempo, mientras la investigación sigue bajo secreto judicial. El hombre, que se declara inocente de cualquier agresión y dice desconocer el paradero de Nora, permanece en libertad vigilada. Los hijos se encuentran bajo la custodia de la Diputación, mientras que los abuelos maternos, residentes en la ciudad marroquí de Fez, han solicitado su custodia.

La plataforma de mujeres de Vitoria interpeló ayer directamente a las instituciones competentes: “¿Por qué este silencio sobre el paradero de Nora. Por qué tenemos que ser nosotras quienes busquemos información?, ¿Qué ocurre con los hijos de Nora?”, preguntó Paca Robles Martín, una de las portavoces del grupo.

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