La Diputación cierra en Vitoria un piso de emancipación para jóvenes extranjeros

Ubicado en Lakua, el Gabinete Agirre ha tomado la decisión al aumentar la edad de los menores que llegan a territorio alavés

El Correo, ADOLFO LORENTE a.lorente@diario-elcorreo.com VITORIA., 02-02-2010

Cuando se habla de menores extranjeros no acompañados (‘menas’) en Álava, siempre salen a relucir los nombres de los centros de acogida gestionados por la Diputación, ya sea el nuevo de Molinuevo (Bideberri) o el habilitado en la sede de la Cruz Roja en Vitoria. Sin embargo, existen otros recursos disponibles, como los pisos de emancipación destinados, en teoría, a preparar a los chavales para enfrentarse a la rutina del día a día cuando cumplan 18 y ya no puedan vivir protegidos bajo el paraguas foral. Había cuatro, pero según ha podido saber EL CORREO, la Diputación acaba de cerrar uno.
Fuentes oficiales del Gabinete Agirre negaron que se deba a cualquier tipo de estrategia referida a la reciente polémica generada por la supuesta mayoría de edad de estos jóvenes y las reiteradas exigencias de índole político para que haya un mayor equilibrio en el reparto de los ‘menas’ a lo largo y ancho de todas las comunidades autónomas. No hay que olvidar que Álava, con sus apenas 320.000 habitantes, acoge en la actualidad a 85, la cifra más baja de los últimos meses en la provincia, donde se han llegado a contabilizar hasta 130.
Este tipo de pisos están ideados para albergar a una media de seis chicos en situaciones normales, y no en épocas de «saturación» y «colapso» como la que viene sufriendo la institución foral desde hace año y medio. El inmueble que acaba de cerrarse para tal fin se encuentra en Vitoria, en concreto, en el barrio de Lakua.
Puede parecer un contrasentido, pero el motivo que ha llevado a esta decisión es la «falta de demanda» ya que este tipo de recursos no está destinado a todo tipo de ‘menas’. El perfil establecido por las pautas educativas y formativas que se marcan desde el Área de Infancia de la Diputación se refieren a chicos de 14, 15 ó 16 años que llegan a la provincia, y que por su edad ofrecen más margen de maniobra a los educadores para hacer su trabajo.
Llegan más mayores
En los últimos meses, sin embargo, se ha notado un cambio de tendencia en lo relativo a la edad de los ‘menas’. Ahora, llegan más mayores, «con medias que oscilan entre los 17 y casi los 18», es decir, que el tiempo que hay para trabajar con ellos es prácticamente inexistente. Esto no quiere decir que haya algún chico de 15 ó 16 años, pero sí que no hay media docena de jóvenes como para tener abierto un piso, con el gasto añadido que eso conlleva y las crecientes necesidades que existen en los servicios sociales, no sólo en el área de Infancia.
Para muestra, los cinco millones de euros al año que la Diputación destina a la atención de los ‘menas’, unas cantidades que se han multiplicado por cinco en los dos últimos años, momento álgido de la grave crisis económica que todavía hoy padece el territorio.
Sea como fuere, las viviendas forales de emancipación no son cosas del pasado, sino que la diputada de Política Social, Covadonga Solaguren, anunció en las Juntas la compra de dos pisos en noviembre de 2007, sólo unos meses después de tomar posesión del cargo.

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