El Estado rumano ha sido condenado por la Justicia de ese mismo país balcánico por su implicación, durante el régimen fascista del mariscal Ion Antonescu, en el Holocausto judío de la Segunda Guerra Mundial. Bajo el régimen fascista rumano, según concluyó en el 2004 una comisión de expertos liderada por Elie Wiesel, entre 280.000 y 380.000 judíos y 10.000 gitanos fueron asesinados, una vez que Rumanía se unió a Alemania y declaró la guerra a la URSS.

Acabada la conflagración mundial, Antonescu fue detenido en Rumanía y entregado a los soviéticos. Después, fue devuelto a Rumanía, donde fue condenado a muerte por un tribunal del pueblo y ejecutado junto a sus colaboradores más cercanos el 1 de junio de 1946.

Durante más de 40 años de régimen comunista en Rumanía, la cuestión de la complicidad del Estado rumano con el Holocausto fue silenciada o al menos tergiversada por el sistema dictatorial. Con la democracia, las cosas han cambiado en el país balcánico y algunos supervivientes del exterminio nazi se han atrevido a denunciar al Estado. Es lo que han hecho dos hermanos de confesión judía, Devy y Sami Abraham. Ambos fueron deportados y recluidos, junto a sus padres, en campos de concentración entre 1941 y 1945.

Indemnizaciones

En el 2005, los hermanos denunciaron al Estado por «los sufrimientos y abusos» a los que fueron sometidos. Un tribunal de la ciudad de Galati, en el este del país, ha condenado al Estado a indemnizar a los hermanos Abraham con 360.000 leus cada uno, unos 180.000 euros.

Según diversos medios, la sentencia contra el Estado rumano podría obligar a las autoridades del país balcánico a aprobar una ley contra el Holocausto. «Esta sentencia tendría que dar un impulso al legislador para reflexionar sobre lo que significó el extermino de los judíos por los nazis y sus aliados fascistas y tomar las medidas legales adecuadas», indicó el director del Instituto para el Estudio del Holocausto en Rumanía, Mihai Ionescu.

Los supervivientes rumanos del Holocausto, unos 300, reciben una ayuda mensual del Estado de unos pocos euros.