Una explosión mata a un soldado español y hiere a seis en Afganistán

El Correo, MELCHOR SÁIZ-PARDO, 02-02-2010

El soldado español de origen colombiano John Felipe Romero Meneses, de 21 años, falleció ayer en Afganistán tras pisar el vehículo blindado en el que viajaba una mina anticarro. El ataque ocurrió en un desfiladero controlado por la insurgencia en una de las áreas más peligrosas de todo el país y dejó heridos a otros seis militares españoles, dos de ellos graves. Todos formaban parte de una patrulla que realizaba un reconocimiento de seguridad en una zona en el noroeste de Afganistán, cerca de la frontera con Turkmenistán.

Según fuentes del Ministerio de Defensa, el ataque tuvo lugar a las 13.00 horas (hora peninsular española) en el paso de Sang Atesh, al norte de Qala – i – Naw y a unos 60 kilómetros de Badghis, capital de la región que está bajo mando del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de España. El vehículo en el que viajaba Romero era el primero de una columna de 11 que circulaba por la conocida como ‘ruta Lithium’, que une Qala – i – Naw y Bala – Morghab, muy transitada por las tropas internacionales y las fuerzas de la ONU del Programa Mundial de Alimentos.

El BMR atacado era uno de los blindados más antiguos de los que el Ejército tiene desplegados en Afganistán, un modelo que está en fase de sustitución por los vehículos Lince y RG – 31, con una mayor protección. No obstante, su blindaje y motorización – explicaron portavoces de Defensa – habían sido reforzados hace dos años. El blindado pisó una mina anticarro que, al parecer, estaba «perfectamente escondida» al borde del camino de tierra y supuestamente se activó por presión. De nada sirvieron los inhibidores del convoy.

La onda expansiva «alcanzó de lleno» al vehículo. Romero falleció en el acto víctima de la metralla. Soltero y sin hijos, pertenecía al Regimiento de Cazadores de Montaña ‘Arapiles 62’, con bases en Barcelona y San Clemente de Sasebas (Lérida). El artefacto hirió a los otros seis ocupantes. Dos de ellos resultaron con lesiones de gravedad, aunque no se teme por su vida. Se trata del teniente del Ejército de Tierra Jordi Francesc Rubio, de 28 años, casado y natural de Hospitalet (Barcelona), y del soldado también de nacionalidad colombiana Daniel Ospina, de 23 años y soltero. Los otros cuatro heridos son los soldados Juan Morales, de 24 años y natural de Sevilla; Joshua Alcalá, de 20 años y nacido en Tenerife; el barcelonés Carlos Gatos, de 23 años; y el hispano – colombiano Gerson Jaime Rodríguez, de 19 años.

Evacuados en helicóptero

Los supervivientes fueron evacuados en helicópteros al hospital Role – 2 de la Base de Apoyo Avanzado de Herat, donde quedaron ingresados con pronóstico reservado hasta conocer su evolución. El Ministerio de Defensa iba a enviar a Herat ayer mismo un avión para repatriar los restos mortales de Romero. El aparato, en el que tenía previsto viajar la titular del departamento, Carme Chacón, esta medicalizado para, si fuera necesario y su estado lo permitiese, traer a España a los heridos. Hoy llegarán a la zona miembros de la Comisión Internacional de Desminado (CID) para investigar qué tipo de artefacto usaron los insurgentes. Según las primeras hipótesis, debe tratarse de una gran mina anticarro, con más de 2,5 kilos de explosivo rompedor militar.

El de ayer es el sexto ataque en esa área durante el último año. En el paso de Sang Atesh donde Romero encontró la muerte, las tropas españoles han tenido que repeler a tiros varias escaramuzas de insurgentes en mayo, septiembre, octubre y diciembre. La situación se ha hecho especialmente crítica en las últimas semanas, y expertos internacionales advierten de que «los problemas seguirán aumentando», informa Mikel Ayestaran. «Con el nuevo plan americano, cada vez están llegando más efectivos de combate y los talibanes no se van a quedar de brazos cruzados», avisan.

Las horas anteriores a la explosión que acabó con la vida de Romero fueron especialmente complicadas. Los problemas empezaron el domingo por la noche, con la llegada de 29 camiones del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas con 400 toneladas de trigo previo pacto de no agresión con la insurgencia. El convoy accedió al lugar acordado con la escolta de españoles y del Ejército Nacional Afgano, pero por la noche los hombres del mulá Abdul Mannan rompieron el acuerdo y atacaron. Siete camiones ardieron y otro fue robado por los talibanes, que sufrieron siete bajas en el asalto.

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