El consorcio público que los gestiona aumentó su presupuesto Barcelona

Los cursos de catalán para extranjeros volvieron a crecer durante el último curso. Aunque la crisis haya hecho mella en las arcas públicas, el Govern no recortó su gasto en las aulas destinadas a la normalización lingüística, que crecieron un 5,7% y lograron que se matriculasen 126.430 personas. Y es que desde la Generalitat manifiestan que el Consorci per la Normalització Lingüística (CPNL), el ente público que gestiona la enseñanza del catalán a los foráneos establecidos en toda la región, es el único que no sólo no recortó su presupuesto, sino que lo aumentó.

Al pasado curso 2008 – 2009 se apuntaron 126.430 alumnos, lo que supone un aumento de los inscritos del 13,5%, un porcentaje que año tras año sigue en aumento. No en vano, el secretario de Política Lingüística, Bernat Joan, defendió que el Govern piensa seguir apostando por estos cursos, pese a que el resto de consorcios públicos ha tenido que recortar su presupuesto. «La lengua es una política social de primer orden, un proyecto importantísimo para Cataluña y para hacer efectivo lo que dicta el Estatut», sostuvo Joan, que argumentó la importancia de que los extranjeros aprendan la lengua catalana «para garantizar la igualdad de oportunidades».

Uno de los aspectos que el Govern se esmera en lucir mejor en su política formativa de normalización lingüística recae en la cifra de abandono de los cursos, que en el pasado año se fijó en un 27%, habiendo finalizado las materias escolares tres cuartas partes de los matriculados. Según la directora de planificación y fomento del Consorci, Paquita Sanvicén, esta cifra «rompe el mito» de que en estos cursos existe un mayor abandono que en otros.

En la actualidad, la mayoría de inscritos proceden de países latinoamericanos, con un 46%. El colectivo africano – con una mayor presencia de ciudadanos procedentes de Marruecos – ocupa el segundo lugar al sumar un 26% del total.

No obstante, la cifra de abandonos es mucho mayor en los dos niveles iniciales, donde el porcentaje de personas que acaban el curso se fija en un 65%. Y las clases que mejor continuidad logran son las superiores, donde los abandonos suponen sólo un 7,7% de los matriculados en un primer momento. En estos grados, los más altos, la mayoría de los estudiantes que se apuntan son personas nacidas en Cataluña que quieren mejorar su catalán.

El Consorci también señaló la buena acogida de los cursos cerrados para colectivos específicos, como los destinados a los ciudadanos de origen chino. Este colectivo, que ya disfrutaba de dos grados exclusivos – debido a las diferencias lingüísticas con el resto de alumnos – , tendrá un nuevo grado en 2010 enfocado al trabajador de la restauración. Durante el pasado año, 427 estudiantes de origen chino se matricularon en los cursos de catalán.