Incendio en EE.UU., donde murieron guatemaltecos deja a 7 niños huérfanos 

Prensa Libre, 01-02-2010

Luisa Ordóñez de Chan y Juan Itzep, ambos originarios de San Andrés Xecul, Totonicapán, son dos de los cinco migrantes guatemaltecos que murieron en el incendio ocurrido el sábado último en Brooklyn, Nueva York.

Los sueños de ambos para ofrecerle una mejor vida a sus familias quedan truncados por la tragedia, y siete niños quedan en la orfandad.

En efecto, el fuego que consumió el edificio de apartamentos donde las víctimas vivían cobró la vida de Luisa, de 34 años, quien deja en la orfandad a dos niños: Josías, de 2 años, y María Maura, de 3 meses.

La bebé se encuentra grave en un hospital, como consecuencia del politraumatismo que sufrió al ser lanzada por su madre desde una ventana del edificio, para salvarla de las llamas.

En la aldea Chajabal, San Andrés Xecul, donde Luisa nació, sus padres —Manuela Maura y Martín Felipe— no pueden creer la tragedia que afecta sus vidas.

A pesar de todo, ahora solo esperan reunir el dinero suficiente para repatriar el cuerpo de su hija y darle cristiana sepultura.

Doña Manuela cuenta que Luisa trabajó en Huehuetenango como enfermera y empleada de una farmacia, pero que hace seis años decidió buscar el “sueño americano”.

Desde entonces permanecía en Estados Unidos, donde laboraba de doméstica.

Fue allá donde se convirtió en madre de dos pequeños, quienes hoy quedan a cargo de su padre, Miguel Chan, que sobrevivió al incendio.

Mientras, los habitantes de Chajabal se han dado desde el sábado a la tarea de recolectar dinero para ayudar a la familia con los gastos de la inhumación.

La muerte de Juan Itzep, de 27 años, deja a Micaela Morales desconsolada y con cinco hijos huérfanos. Viven en el paraje Chujesuc, Palomora, San Andrés Xecul.

La viuda cuenta que Juan le mandaba unos US$100 mensuales para la manutención de ella y sus pequeños, de 3, 5, 7, 8 y 9 años.

Hacía dos años que Juan, de oficio albañil, tomó la decisión de irse al norte, porque la situación aquí es difícil, añadió.

Sin embargo, recientemente Juan le comentó a su familia que las oportunidades de trabajo en Estados Unidos no son muy buenas.

En Chajabal y Chujesuc, el luto es para todos los pobladores, que acompañan en su dolor a dos familias que tendrán que afrontar muchas penurias.

La Cancillería dispone de un fondo de US$2 mil para sufragar los gastos legales y de repatriación de los cinco guatemaltecos, informó el viceministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Ibarra.

La ayuda económica estará disponible para que los familiares de las víctimas del incendio en Brooklyn, Nueva York, puedan traer los restos al país en el menor tiempo posible, a fin de darles sepultura, declaró el vicecanciller.

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