La Casa de las Américas, el centro situado en el parque de Molinuevo que fue impulsado por el anterior equipo de gobierno, del PP, como sede social de los cerca de 7.000 sudamericanos asentados en Vitoria, inaugura etapa. Lo hará, a lo largo del próximo mes de febrero, con una nueva gestión, a cargo de la Federación Coordinadora de Inmigrantes y Refugiados de Álava, Kira, y con nuevo nombre. Aunque aún está por definir, mostrará un perfil «más integrador», adelanta a EL CORREO la presidenta de la organización, Mireia Perea.

¿La razón? Que en la amalgama de agrupaciones que conforman Kira, la presencia de africanos y latinos está bastante equilibrada. Tanto es así que las dieciocho sociedades implicadas dan voz a alrededor de un millar de ciudadanos de nueve nacionalidades: guineanos, senegaleses, saharuis – la más numerosa, con unos trescientos miembros – , colombianos, dominicanos, chilenos, paraguayos, uruguayos y cubanos. «Con esta representación tan variada la denominación Casa de las Américas es inexacta y, además, se queda pequeña», resalta Perea.

La renovación de la gestión del equipamiento se produce seis meses después de que el Gabinete Lazcoz decidiera revocar la concesión del espacio a la federación de colectivos latinos, a la que responsabilizó de haber cometido una infracción «grave»: explotar el bar como un establecimiento hostelero público. El equipo municipal de gobierno recordó entonces que el objetivo de la sede es fomentar el «intercambio cultural», «y no que funcione como un bar al uso, en el que se expende alcohol».

La orden de cierre se materializó el 1 de septiembre. Meses después, el Ayuntamiento convocó un nuevo concurso público para adjudicar la gestión del centro. Esta vez exigió a las organizaciones aspirantes que adjuntaran a su candidatura un proyecto cultural. Tras valorar el plan de la Federación de Asociación de Inmigrantes Latinoamericanos y el de Kira, los técnicos se ha decantado ahora por esta última. Según el contrato que firmarán en los próximos días, la cesión de los locales tendrá una duración de un año, prorrogable durante un máximo de cuatro. El horario de apertura será de 8.00 a 22.00 horas.

Ese mismo documento recoge que la coordinadora de inmigrantes y refugiados está obligada a «dinamizar» el centro. También debe presentar una memoria anual con su actividad al Consistorio, que pagará los gastos de mantenimiento.

«Socializar y construir»

Los responsables de Kira, por su parte, se muestran «muy ilusionados» con la idea de «tener por fin un lugar estable de encuentro». Su presidenta define la federación a la que representa como «una especie de ONU que pretende socializar entre sí, compartir preocupaciones, buscar soluciones y, también, participar en la construcción de Vitoria».

Perea aspira a «ampliar las miras» de la antigua Casa de las América y convertirla en «un referente informativo y formativo» para los inmigrantes. En cuanto a la hasta ahora polémica cafetería, Kira quiere que albergue el «txoko de las tertulias» y que dé cabida a un taller gastronómico y a exposiciones artísticas.