Ni cuando es fácil que se pongan de acuerdo lo consiguen. Han tenido dos oportunidades sin las siglas como bandera y no han dado la talla. Con el cementerio nuclear en lugar de pensar en España, en un plan estratégico energético, han echado cuentas de los votos que pierden en aras de un populismo trasnochado. PP y PSOE no pueden con sus barones, quieren expedientar a sus alcaldes cuando creen que defienden a su pueblo, y no escuchan a los ciudadanos. Lamentable. En cuanto a los inmigrantes dicen una cosa en privado y otra en público. Apoyan que se queden y procuran que se vayan. Tenemos 900.000 inmigrantes ilegales y nuestros políticos no saben qué hacer con ellos aunque sea relativamente fácil aplicando la ley. Pero claro la palabra «xenófobo», como arma arrojadiza, en lugar de solucionar un problema que seguirá creciendo. Esto en cuanto a lo fácil. Ahora añadimos problemas  con siglas, nombres y apellidos. El caso Faisán impropio de un Estado de Derecho. El anuncio del fin de la crisis mientras que sumamos otros 100.000 parados y el FMI anuncia que seremos los únicos de las grandes economías que no saldremos de la recesión. Los reinos de taifas autonómicos donde se construyen torres de Babel en los colegios y la historia común de una nación, España, parte importante de la historia de la humanidad, no la estudian los escolares. La batalla de la memoria histórica o la forma de jugar con soldados de cartón una guerra ya olvidada En fin, sus señorías todavía de vacaciones y los demás trabajando. Realmente estamos en crisis.