Inmigrantes empadronados

La Razón, 27-01-2010

No incurriré en una honda revisión de las leyes, vayamos a lo que importa: algunos ayuntamientos no quieren empadronar a más inmigrantes, pero leyes previas otorgan este derecho a muchos extranjeros. En algunos pueblos alcanzan el 25% y, claro, la gente se echa las manos a la cabeza, pues son sus impuestos los que nutren infinidad de ayudas y gastos que esta pobre gente requiere y genera. Ya escribí acerca de la necesidad de un número abundante de inmigrantes en nuestro país: ascienden la natalidad, contribuyen a la seguridad social… Pero un número exacto y preciso bien regulado, el resto de inmigrantes supone, ahora, una inabarcable carga para el estado, un gravamen para todos. Y son pobres personas en durísimas condiciones en su país, pero es que aquí ya hay un paro brutal que está destruyendo los cimientos de nuestro bienestar económico y social. Muchos inmigrantes regresan a sus países, pero otros se quedan, sin trabajo, pero se quedan…, se empadronan y tienen educación y sanidad gratis para sus hijos. Me entristece que se vean obligados a regresar, que ya muchos sean una imposible carga para nuestra maltrecha economía; pero problemas…, aquí…, no nos faltan. El tema de la inmigración requiere una revisión ya, para ser justos con ellos, por supuesto, pero también para ser justos con nosotros, con todos los ciudadanos españoles que contribuimos al desarrollo de este país.

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