Inmigración e hipocresía en el caso de Vic

El Periodico, JOSEP-MARIA Terricabras, 27-01-2010

El Ayuntamiento de Vic ha sido siempre ejemplar en el trato a los inmigrantes y en el esfuerzo para facilitarles la integración. Esto le costó las críticas primitivas de un grupo racista que en las últimas elecciones obtuvo muy buenos resultados. Ahora, el ayuntamiento ha querido cambiar las condiciones de empadronamiento, amparado en el hecho de que la legislación española sobre este punto es confusa, por no decir contradictoria. Y ahora casi todo el mundo se ha abalanzado sobre el ayuntamiento, tratándolo de xenófobo. Vic ha acabado haciendo lo que se le ha pedido, y todo el mundo ha expresado satisfacción, como si todo fuera ya normal, como si todo se hubiera arreglado.
¿Qué se ha arreglado? El escándalo provocado y nada más. Porque la ley española sigue siendo confusa y el debate sobre la inmigración aún está por hacer. Me temo, pues, que todos están contentos, sobre todo porque así simulamos que aquí no pasa nada, que España es un ejemplo de respeto a los derechos humanos. Y no es cierto. ¿Alguien quiere resolver de verdad las cuestiones planteadas por el Ayuntamiento de Vic?
Se me dirá que esto se podría haber hecho sin todo el alboroto del padrón. Pero, ¿quién les habría hecho caso? Porque, ¿cuántos años hace que todos los ayuntamientos se quejan de su mala financiación para atender las crecientes necesidades de la inmigración en educación, sanidad, vivienda y servicios sociales? En parte, algunas trampas destapadas, o no, en algún ayuntamiento, tienen su raíz en esta financiación deficiente, irregularidades que se hacen sin decir nada. ¿Es este el camino? ¿Ahora que en Vic callan, ya no hablaremos de esta desprotección municipal?
En todo ello también ha habido mucha hipocresía. Algunos de los que han criticado al Ayuntamiento de Vic por, supuestamente, no defender los derechos humanos, lo argumentaban diciendo que la economía española necesita a los inmigrantes ahora y de aquí a 20 años. ¿En qué quedamos: se trataba de derechos humanos o de intereses económicos? ¿Nos preocupa cómo viven o que nos llenen la bolsa de la Seguridad Social?

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