MAÑANA, mañana, ya será un día muy triste, porque tú te irás y no volverás", cantaba el mexicano Cristian Castro en una balada que bien podrían adaptar a ritmo de tango y bailar como suya los argentinos Roque Castellano, de 28 años, y Giselle Gatica – Luján, de 30, después de la experiencia que están teniendo con Air Comet.

Se encuentran varados en Buenos Aires. La quiebra de la compañía, anunciada por su propietario Díez Ferrán el 21 de diciembre, les ha impedido regresar a Navarra con el billete de vuelta que tenían adquirido.

Roque y Giselle son un popular dúo de bailarines de distintos palos de tango, folklore argentino y flamenco. Residentes en Pamplona desde hace cuatro años, han organizado decenas de cursos, exhibiciones y veladas.

El 2 de diciembre pasado partieron desde Madrid hacia Buenos Aires con Air Comet. Era la primera vez que visitaban a los suyos en los últimos cinco años. “Hemos venido para abrazar a nuestras familias y amigos después de tanto tiempo”, decían desde Argentina. “Pero con esta incidencia no hemos disfrutado igual. Hemos vivido la situación con mucha impotencia”.

Con el despido preparado

Para otras personas que volaron desde Navarra a Perú, Argentina, Colombia o Ecuador, para pasar las vacaciones con sus familiares, las fiestas también se han visto empañadas por la quiebra de la compañía. La mayoría han regresado comprando de nuevo la vuelta por su cuenta. “Sabemos de más de diez ecuatorianos de Pamplona, Peralta y Cintruénigo que han perdido la vuelta”, explica Winston Erazo Camacho, de la Asociación Navarra Pro – Ecuador (APROE). “Han esperado un tiempo, pero como no se resolvía nada y tenían que trabajar, han regresado con otra compañía tras pedir préstamos”. Se han dado situaciones tensas: por ejemplo, “a un ecuatoriano ya le tenían preparado el despido a su vuelta a Peralta. Ha tenido que reclamar con el comité de empresa y le han readmitido”.

En el caso de Roque y Giselle, el imprevisto se traducirá en un retraso en el inicio de las clases de tango que imparten en varias academias de Pamplona.

Los “pasos” que los bailarines han ido dando desde Navidad también han sido infructuosos: “No hemos podido hablar con Air Comet, sus oficinas están cerradas. Fuimos al consulado español en Buenos Aires, y nos dijeron que rellenáramos formularios y que ellos seguían un protocolo. Pero el protocolo no nos devuelve el dinero”.

Después de ahorrar todo el año para reunir los 850 euros que costaba cada pasaje, han tenido que pedir prestados ahora 1.430 euros más para adquirir la vuelta para este sábado, día 30, volando con otra compañía.