La natalidad en Navarra se ha reactivado en los últimos años y en ello tiene mucho que ver la población inmigrante. Si los extranjeros representan un 11% de la población navarra (en torno a 70.150 de los 630.578 habitantes censados), en los partos el porcentaje es considerablemente mayor. Los últimos datos oficiales, ofrecidos por el Instituto de Estadística de Navarra (IEN), sitúan en un 21,2% los nacimientos de madre extranjera en 2008. Esto supone 1.459 de los 6.884 partos registrados ese año.

Con todo, la tasa de natalidad ha repuntado a cifras desconocidas en la Comunidad foral desde principios de los 80. Ahora la media de hijos por mujer se sitúa en 1,5, en una tendencia al alza que comenzó en 1996 (con 1,20 hijos), coincidiendo con la llegada de inmigrantes a Navarra. De hecho, según el IEN, las mujeres navarras tuvieron en 2008 un promedio de 1,33 hijos, mientras que en el caso de las extranjeras la media se incrementó hasta los 1,92 niños. Por nacionalidades, es la población de origen marroquí la que más hijos ha tenido entre las mujeres inmigrantes, con un 20,6%. Le sigue la comunidad ecuatoriana, con un 17%, y la rumana, con un 6,8%.

Esta influencia de las mujeres extranjeras se ha dejado sentir también en la media de edad de las madres primerizas, que ha descendido ligeramente en los últimos diez años, pasando de 30,4 años en 1998 a 29,8 en 2008. Aún así, estas edades distan mucho de las de finales de los 70, cuando las mujeres se decidían a tener hijos a los 26 años.

Así, por ejemplo, las navarras suelen tener sus primeros hijos entre los 29 y los 36 años (la edad media es 31,7%), mientras que las extranjeras suelen tenerlos más jóvenes, entre los 20 y 29 años (la edad media es 25,8 años).

Más hijos

Los datos también reflejan que las mujeres inmigrantes son más prolíficas, aunque, en líneas generales, la mayor parte de los niños nacidos en 2008 eran el primero para sus respectivas madres (el 49,7% en las mujeres navarras y el 48% en las extranjeras). No obstante, la diferencia entre unas y otras se acentúa a medida que aumenta el número de hijos, hasta el punto de que sólo un 8,3% de las navarras tuvieron su tercer hijo en 2008, frente a un 12,7% de las extranjeras. El cuarto llegó a un 1,9% de las familias navarras y a un 3,8 de las de origen extranjero; y apenas se registraron nacimientos del quinto vástago u otro más entre las mujeres nacionales (0,7%), mientras que en las inmigrantes supusieron un 2,1% de los partos.

La esperanza de vida, al alza

En 30 años, la esperanza de vida de los navarros ha crecido más de siete años, por las mejoras en la alimentación y la sanidad, entre otros aspectos. Esa esperanza es siempre mayor en las mujeres, que en 2008 se situó en 85,2 años, frente a los 78,3 de los hombres. De hecho, las mujeres que nacieron en 1978 llegarían, de media, hasta los 77,6 años, mientras que los varones nacidos en ese mismo año alcanzarían, de media, los 71,4 años.

A esta esperanza de vida, se une una tasa de mortalidad infantil mínima en la Comunidad foral, que ha descendido desde 15 fallecidos por cada 1.000 nacidos en los años 70 a apenas tres casos por cada mil en la actualidad.

Otros datos que arroja el informe sobre Movimiento Natural de la Población de Navarra, del IEN, resaltan que en 2008 se produjeron un total de 2.747 matrimonios, de los que las bodas civiles representaron el 52,3% y superan así, por primera vez, a las ceremonias religiosas.