El alcalde de Torrejón de Ardoz, el popular Pedro Rollán, ha dado marcha atrás. A partir de ayer, todos los inmigrantes que lo soliciten podrán empadronarse en el municipio. Ya no es necesario demostrar que se dispone de 20 metros cuadrados en la vivienda, y todos los pasaportes son válidos, sean con visado de turista o no.

En un comunicado leído a los medios de comunicación, y sin admitir preguntas, Rollán señaló que modificaba su política inmigratoria pese a no compartir el contenido del dictamen de la Abogacía del Estado, que rechaza cualquier limitación al empadronamiento. El alcalde, que se presentó en el Salón de Plenos municipal flanqueado por el resto de concejales del PP, explicó su decisión: “Acatamos este dictamen del Gobierno de España de empadronar a todos los inmigrantes al margen del número de personas que puedan estar hacinadas en una vivienda. Torrejón nunca ha sido racista ni xenófobo. Todo lo contrario. Es una ciudad que siempre ha demostrado su solidaridad acogiendo e integrando a los extranjeros”.

Rollán renuncia así a mantener la normativa que había logrado reducir un 3% el número de extranjeros empadronados en el municipio desde 2007, pero que había alertado al Defensor del Pueblo, que inició una investigación sobre la normativa del municipio madrileño. Además, su negativa fue criticada desde dentro de su partido, el PP madrileño. Ninguno de los alcaldes populares de los grandes municipios madrileños, incluido el regidor de la capital, Alberto Ruiz – Gallardón, respaldaron esta iniciativa, aunque sí lo hizo el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre.

La medida se aplicó ayer de modo inmediato en el municipio. Los que pasaron por la oficina de empadronamiento se encontraron con que ya no es necesario justificar en cuántos metros cuadrados se va a vivir. Tampoco el pasaporte con visado de turista es ya un problema, como pudo comprobar este periódico.

El alcalde de Torrejón defendió ayer las medidas que ahora ha retirado, asegurando que en sólo siete años “la inmigración se desbordó en Torrejón, subiendo hasta el 20% de su población”. Asimismo, Rollán destacó un hecho que justificaba, a su juicio, la limitación de las inscripciones de inmigrantes en el municipio: “Torrejón se convirtió en la ciudad de más de 100.000 habitantes de la Comunidad de Madrid con el mayor porcentaje de inmigrantes, creándose situaciones de hacinamiento al vivir más de 20 personas en condiciones infrahumanas en pequeños pisos, dándose el fenómeno de los pisos patera y las camas calientes, lo que generó problemas de convivencia en las comunidades”.

El Ayuntamiento de Torrejón aplicaba desde hace 16 meses las normas especiales de empadronamiento “para garantizar unas condiciones mínimas de habitabilidad en el domicilio, limitando el número de personas sin parentesco por vivienda en relación con su superficie, según el Código Técnico de Edificación”, resaltó el regidor.

Esta iniciativa tenía entre sus objetivos, explicó Rollán, “proteger a los menores, evitando cualquier situación de indefensión al impedir los hacinamientos”. A su vez, el primer edil volvió a reiterar su opinión de que las restricciones no limitaban ningún derecho: “Estas normas no impiden que los inmigrantes tengan garantizados los derechos básicos de sanidad y educación, como se desprende de numerosas sentencias judiciales en firme”.

Pero tras anunciar la derrota en su particular batalla por el padrón, rápidamente Rollán pasó a la ofensiva política y pidió al Gobierno de Zapatero que modifique las leyes para evitar que en una casa vivan decenas de personas “con la intención de garantizar unas condiciones mínimas de habitabilidad en el domicilio”.

Rollán también solicitó al Ejecutivo central más ayudas económicas a los municipios para la integración de los inmigrantes, al mismo tiempo que exigió una aclaración para lo que él considera una contradicción, “ya que aprobó una Ley de Extranjería que obliga a expulsar a los inmigrantes sin papeles, pero al mismo tiempo pide a los ayuntamientos que los inscriban en el padrón. Si el Estado no da legalidad a esos inmigrantes, condenándoles a la marginalidad e impidiéndoles incorporarse al mercado de trabajo, ¿por qué nos obliga a los ayuntamientos a empadronarlos?”.

El portavoz socialista de Torrejón, Francisco Rojas, se mostró feliz al conocer la decisión del Consistorio: “La razón se impone por una vez”, dijo. “Lo que está claro es que este gobierno municipal no soporta la presión. Se vienen abajo y son incapaces de mantener sus propios criterios, que eran los de persistir en la ilegalidad”, añade.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gregorio Gordo, también estuvo ayer en Torrejón apoyando a su partido, el único que había presentado, sin éxito, dos mociones contra el reglamento del alcalde. “Es triste tener que poner todos los esfuerzos en derogar una norma ilegal”, dijo Gordo.

Rollán, que había reunido el pasado domingo a sus concejales de urgencia para tomar una decisión sobre los empadronamientos, se dirigió, aunque sin citarlos expresamente, a los promotores de la concentración prevista para el viernes en Torrejón contra la política inmigratoria del PP del municipio: “Exigimos a todos aquellos que intentan alterar la tranquilidad de nuestra ciudad con movilizaciones, recogida de firmas o avivando las redes sociales, que desistan de encender fuegos y generar enfrentamientos que a nadie benefician y de los que sólo ellos serán responsables”.

La concentración, convocada por 12 asociaciones, sigue en pie.