«En Samaniego el que no trabaja es porque no quiere»

Diario Vasco, 24-01-2010

Aunque pueda parecer mentira, aún hay municipios vascos que torean con éxito la crisis. Es el caso de Samaniego, que con un padrón de 333 habitantes sólo tiene a dos sin trabajo y que cobran el paro. «Aquí el que no trabaja es porque no quiere», confiesan los vecinos de esta localidad de la Rioja Alavesa, donde este ‘récord’ no ha pillado por sorpresa: al hacer un rápido repaso de la situación laboral de amigos y familiares, a muchos lugareños les resulta complicado dar con el nombre de estos dos desempleados.

La agricultura es el motor económico del pueblo y el chaleco salvavidas del empleo. En Samaniego, quien no trabaja en sus propias hectáreas de viñedo tiene un contrato en alguna de las bodegas familiares. «La crisis nos ha llegado a todos, pero afortunadamente en el terreno laboral todo está funcionando de forma normal. Encontrar un empleo es fácil, lo complicado es tener un contrato indefinido», apostilla el alcalde, el peneuvista Abilio Iza. La oferta de empleo se complementa con la residencia de ancianos, el cercano hospital de Leza, a donde muchos se desplazan a trabajar, y proyectos turísticos como un hotel y una casa rural.

Este abanico permite al pueblo dar trabajo no sólo a sus vecinos, sino también a los afincados en localidades cercanas y a extranjeros. En Samaniego se han asentado varias familias de portugueses, marroquíes y rumanos. Todos ellos se dedican a la vid.

Sin embargo, a pesar de que el sector vitivinícola esquive por el momento el temido paro, Abilio Iza cree que la crisis empezará a hacer mella en el empleo a lo largo de este año. «En 2009 ya se notó el descenso de las ventas de vino y parece que para esta campaña se prevé una bajada en los precios. Así que si esto sigue así, los agricultores y las bodegas tendrán que reducir gastos y deberán ajustar el personal».

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