Retoman la búsqueda de Nora

El Correo, DAVID GONZÁLEZ, 24-01-2010

Se niegan a que el ‘caso Nora M.’ se archive. Una asociación de mujeres marroquíes de Madrid, de nombre Al Amal, ultima una campaña mediática «a nivel nacional» con el objetivo de recabar alguna pista sobre esta chica de 23 años, madre de dos niños, y que desapareció en Vitoria el pasado 25 de octubre. El único rastro conocido, su tormentosa relación con su marido, también magrebí, y en libertad vigilada desde entonces ante la sospecha policial de que podría estar involucrado.

«Nos hemos reunido con los padres de Nora en Fez – localidad marroquí donde estos residen – y están muy preocupados ya que nadie sabe nada desde que se perdió su rastro», comparte Nadia Otmani, presidenta de este colectivo ciudadano. Desde Al Amal apuntan a un «caso de violencia de género». Por los datos que han recabado – se han entrevistado con el entorno más cercano de Nora – se atreven a dar un paso más en sus sospechas. Y miran con recelo al marido de Nora. Las autoridades, en cambio, mantienen también abierta la opción de que la mujer se escapara de casa en busca de un futuro mejor.

Sobre el esposo, de firmes convicciones religiosas y once años mayor que su esposa, ya pesó una orden de alejamiento en el pasado. Incluso estuvo en prisión preventiva acusado de maltratarla. El matrimonio, pactado en Marruecos, sufrió continuos altibajos y hasta vivió la huida de la joven a su país natal por unos meses, aunque luego retornó a la capital alavesa y se reconciliaron. A pesar de estos precedentes, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer y la Ertzaintza, quienes investigan cualquier indicio desde la desaparición de Nora, no han encontrado aún evidencia alguna de la implicación del marido en una posible muerte.

Comunidad cerrada

A pesar de ello, en Al Amal rechazan la hipótesis de que Nora abandonara su hogar por propia voluntad. «¿Cómo va a dejar una madre a sus dos hijos solos?», se pregunta en voz alta Otmani. De momento los niños, de corta edad, continúan bajo la custodia de la Diputación de Álava. «Los abuelos quieren reclamar su custodia y repatriarlos», anuncia Otmani, cuyo colectivo ya ha iniciado los contactos para que sea posible.

De modo paralelo, Al Amal y varias asociaciones de mujeres magrebíes de toda España realizarán «en unos días» una serie de movilizaciones así como «intervenciones en los medios de comunicación a nivel nacional para evitar que el caso caiga en el olvido». Los días siguientes a su desaparición, salvo un reducido grupo que colocó fotos de la chica en varios locutorios, el resto de la comunidad magrebí en Vitoria optó por el silencio. «No hubo forma de sacar nada a nadie», reconoce un agente autonómico.

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