Las cuentas del no cabemos todos

Público, Ignacio Escola, 21-01-2010

El PP catalán ha encontrado al fin su eslogan para las próximas elecciones. “No cabemos todos”, dice su candidata, Alicia Sánchez Camacho, que lo explica sumando con los dedos: “Si en una casa con diez personas llegan cien más, no estarían bien ni los diez ni los cien”.

Su casero argumento es de esas cuentas que se caen solas en cuanto las mira una calculadora. Sería bueno el ejemplo si la inmigración en España fuese del 1.000%. Pero la realidad es que hay empadronados algo menos de 2,8 millones de inmigrantes no comunitarios: el 6% de la población. Es decir, 164 veces menos que en su demagógica parábola. Si contamos sólo a los que no tienen papeles, que son los que en teoría “no caben”, estaríamos hablando de unas 200.000 personas en toda España: el 0,4% de toda la población. Por llevarlo a la maravillosa casa de Alicia: sería un edificio donde viven 250 vecinos y llega uno más. Y lo mandamos al gueto porque aquí no hay sitio para tanta gente. Por nuestro bien, pero también por el suyo, claro está.

El gueto. Eso se esconde bajo el eufemismo de eliminar del padrón a los inmigrantes sin papeles. Lo que no sale en las estadísticas no sólo no existe: tampoco tiene derecho ni a sanidad ni a educación. ¿Dejarían de ser un problema de marginalidad estos parias si estuviesen aún más marginados? Lo dudo mucho.
Es cierto que en España hay un efecto llamada para los inmigrantes sin papeles. No sale de aquellas regulaciones que hizo el PSOE o el PP, sino de los empresarios que les contratan porque el trabajador que no existe en los papeles es aún más barato de explotar. Puestos a pisotearlos aún más, ¿por qué no restaurar la esclavitud? Al menos serían una propiedad privada, y hay quien trata mejor a su propiedad que a algunos seres humanos.

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