La Guardia Civil localizó el pasado lunes a un inmigrante subsahariano oculto en el doble fondo practicado en el salpicadero de un coche. Ocurrió en la frontera de Beni – Enzar, durante el control selectivo de un Daewoo Nubira que accedía a Melilla procedente de Marruecos cuyo conductor fue detenido. Los agentes observaron cierta anomalía que les infundió sospechas de posible manipulación, de ahí que procedieran a la retirada de parte del panel y de varios tornillos de sujeción sin que se observara a primera vista nada anormal.

No obstante, la intuición de los agentes les hizo continuar con un registro más exhaustivo en los bajos del vehículo que se saldó con la localización al tacto de una persona oculta. Este hallazgo les llevó a desmontar con rapidez todo el panel del salpicadero, que finalmente tuvo que ser arrancado para poder extraer al ocupante, que estaba boca arriba y con la cabeza enclaustrada en el lugar de la aleta lateral derecha del vehículo.

En el momento de su extracción, presentaba síntomas de respiración agitada y entumecimiento general de las extremidades, siendo asistido por los guardias civiles con primeros auxilios, sin que fuera necesario su traslado a centro hospitalario.

La Guardia Civil cataloga el lugar donde se encontraba el inmigrante como una «auténtica ratonera», completamente hermética y sin apenas rendija o conducto para coger aire, ni espacio físico para moverse, de tal manera que ante cualquier contingencia del tráfico su integridad física hubiera corrido peligro al no poder salir por sus propios medios.

El inmigrante localizado, indocumentado, es un varón de unos treinta años de edad, que dice proceder de Ghana y ha sido puesto a disposición judicial en calidad de testigo.