FIDEL MASREAL / CRISTINA BUESA
BARCELONA

Al Govern se le está acabando la paciencia con el Ayuntamiento de Vic. Tras una hora de debate interno en la reunión del Consell Executiu de ayer, el conseller Joaquim Nadal endureció notablemente el tono de los últimos días y reprochó a la capital de Osona que haya convertido su intención de no empadronar a los extranjeros sin papeles en un «reto público». El Govern no acepta el uso «partidista, oportunista y demagógico» de la inmigración ni el revuelo y la polvareda levantados por el gobierno municipal vicense, añadió Nadal.
Tras unos primeros días de declaraciones menos contundentes, en el tripartito se ha impuesto un no firme a los planes de Vic, para evitar que el debate sobre la inmigración, considerado materia altamente inflamable, acabe beneficiando a las tesis más restrictivas respecto a los extranjeros en pleno año electoral. Ayer mismo, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, anunció que esta cuestión será un «eje prioritario» de su campaña electoral y que hablará «sin complejos». El líder de CiU, Artur Mas, reiteró también su apoyo a los concejales de la federación nacionalista en Vic.
El enfado de la Generalitat ha crecido en las últimas horas porque considera «tramposo» el último movimiento político del ayuntamiento: la consulta al Ministerio de Interior para que este indique si un pasaporte sin visado es «válido y suficiente» cara a empadronar a un extranjero no comunitario, una petición avalada por el bufete Roca Junyent. Esta firma de abogados se limita a defender que el ayuntamiento no ha vulnerado la ley porque todavía no ha tomado ninguna decisión.

RECHAZO DE RUBALCABA / Fuentes del Govern confían en una rápida e ine-quívoca respuesta negativa por parte del ministerio a los planteamientos del consistorio vicense. El ministro Alfredo Pérez Rubalcaba avanzó ayer que espera cerrar la polémica en las próximas horas. El titular de Interior reiteró que un inmigrante en situación irregular tiene derecho a empadronarse.
En paralelo a esa actitud pública más contundente, el Govern hizo ayer otro gesto político: aprobar formalmente los criterios sobre empadronamiento acordados hace menos de tres meses en la mesa de ciudadanía e inmigración, que agrupa a entidades y administraciones. El texto, firmado entre otros por el ayuntamiento de la capital de Osona, indica que «cualquier documento oficial, independientemente de la autorización de residencia», es suficiente para acreditar la identidad y empadronarse.
Por otra parte, siete portavoces de las 25 entidades locales críticas con el nuevo sistema de empadronamiento se reunieron ayer con Josep Rafús (CiU) y Joan López (ERC), concejales del Ayuntamiento de Vic. En el encuentro, de tono cordial, los ediles se comprometieron a dialogar de nuevo con estos colectivos cuando el Gobierno emita su informe, informa Pere Pratdesaba.